CAPITULO 5: UN SABOR AGRIDULCE

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Al fin Ceobe sale corriendo de lugar dejando al doctor confundido y preocupado


—Espero y no se choque con nada—dijo el doctor al ver a Ceobe salir rápidamente del lugar


En ese momento el doctor recordó que debía retomar sus labores en Rhodas Island o si no Kal'tsit le daría una reñida. Así que salió del lugar y se encamino hacia su oficina 


Las horas pasaron y el doctor aun seguía revisando unos informes que le habían llegado acerca de la ultima carga de suministros que los de Penguin Logistics les traerían


—Bien solo unos cuantos informes mas y acabe por hoy día—dijo el doctor mientras estiraba un poco sus brazos


En ese instante alguien llama a la puerta de la oficina del doctor


—Adelante—dijo el doctor con algo de cansancio


La puerta se abrió lentamente hasta dejar a una doggo hermosa de cabello naranja, el doctor inmediatamente reconoció quien era


—Entra Ceobe—dijo el doctor con una sonrisa en el rostro


Ceobe entro a la oficina del doctor, estaba feliz de poder volver a verlo, aunque solo haya sido por unas horas, pero aun así le hacia feliz verlo de nuevo


—¿Esta ocupado doctor?—pregunto Ceobe mientras mantenía sus manos a espaldas de ella

-No, ya casi termino, solo me falta de revisar un par de informes mas y ya...-Dijo el doctor con algo de cansancio

—Oh entiendo doctor, entonces volveré dentro de un rato—dijo ceobe agachando un poco la mirada

—No te preocupes Ceobe, no tardare mucho, si gustas te puedes esperar sentada en el sofá de la esquina—dijo el doctor intentando animar a Ceobe

—No, no se preocupe, yo solo vine a darle algo, no quiero ser una molestia—contesto Ceobe 

—¿Viniste a darme algo?—pregunto el doctor con curiosidad

—Si... Bueno, Eh.... si eso, viene a darle algo—Tartamudeo Ceobe


En ese momento Ceobe quien mantenía sus manos atrás de ella, las puso hacia adelante y con una sonrisa deslumbrante le dijo


—Prepare unos cuantos Muffins y quise que fueras el primero en probarlas—

El doctor sintió una calidez en su corazón al sonreír a Ceobe, pero cuando vio los muffins algo le vino a la mente, un recuerdo de su pasado

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El doctor sintió una calidez en su corazón al sonreír a Ceobe, pero cuando vio los muffins algo le vino a la mente, un recuerdo de su pasado

El doctor sintió una calidez en su corazón al sonreír a Ceobe, pero cuando vio los muffins algo le vino a la mente, un recuerdo de su pasado

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Por unos segundos el doctor se quedo inmóvil tras recordar a una persona con cabello largo y que portaba la misma vestimenta que el


—¿Se encuentra bien Doctor...?—le pregunto Ceobe


El doctor al escuchar la voz de Ceobe logra escapar de sus recuerdos y volver a la realidad


—Si, no te preocupes... solo me quede pensando en que sabor tendrían estos Muffins...—dijo el doctor tratando de no arruinar el ambiente

-Oh bueno, ¡son sabor a naranja!—replico Ceobe con alegría

—Oh, ¿Enserio...?—

—Si y te aseguro que me quedaron deliciosos—


El doctor sonrió levemente, pero en ese momento recordó que Ceobe tenia prohibido ingresar a la cocina por el desorden que ocasionaba cuando preparaba algo de comer o cuando tenia hambre


—Espero que no haya hecho un desastre, por que si no Gummy y Mattehorn se enojaran muchísimo—se dijo así mismo el doctor mientras tomaba los Muffins  

-Bueno eso era todo doctor, paso a retirarme que tenga bonita noche...-Dijo Ceobe mientras salió rápidamente de la oficina del doctor

—Oh... eh, ¡Gracias!—dijo el doctor a duras penas


El doctor al ver que ceobe ya se había retirado cerro los ojos para intentar forzar a su mente a recordar de nuevo a esa persona


—Vamos, por favor—dijo el doctor en su mente


Tras unos momentos logro recordar a esa persona, pero esta vez el estaba frente a ella y al parecer estaban hablando sobre algo en particular

Tras unos momentos logro recordar a esa persona, pero esta vez el estaba frente a ella y al parecer estaban hablando sobre algo en particular

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—¡Maldición!... ¿Quién es ella?—dijo el doctor después de abrir sus ojos

UN AMOR NADA COMÚNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora