de un desconocido que pudo haber sido real

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"¿Quién eres o qué fuiste?" Esas preguntas retumban en mí y en mi cabeza, pasan volando en mi mente y en mi pecho, porque no sé a quién amé.

Creí que te conocía y ahora no estoy segura, sé que es algo que se repite a menudo cuando una relación termina pero ahora entiendo lo cierto que es. Personas que saben lo que tuvimos a veces me cuentan de ti, me dicen que te ven cuando tomas y lo solo que te sientes o al menos si lo publicas.

Que no tienes amigos y que te vas de inmediato a tu bar de confianza, que te ven bailando con más personas y que sales mal de ahí. Y así te conocí, sabiendo que en tus malos momentos te ibas a perder en cosas para no pensar en todo lo que estabas pasando. Te desentendías por momentos de tu realidad y eras medianamente feliz. Entonces nos conocimos y ya no tenías la urgencia de ir a tomar tan seguido, quiero pensar que fui un lugar seguro, pero aquí pienso que puede que sólo hayas adaptado tus necesidades. Sé que seguías yendo porque querías que fuera contigo, y no porque quisieras estar ahí, sino porque querías estar con tus amistades y buscabas no estar solo.

No necesitabas salir y desaparecer tu sentido o noción de la realidad para ser feliz. Porque lucías feliz en el comedor con unos cheetos y un vaso de agua, con nuestras amigas y conmigo.

Pero ahora que vuelves a eso y se supone que eres feliz, me pregunto si nunca lo fuiste conmigo. Porque sé que vi tus ojos brillar y tu existencia emanar, te vi ser feliz y me alegró saber que pude haber sido una causa de ello, tu presencia brillaba y tú eras único. Pero ahora, ¿qué queda? No sé qué queda de ti, no sé qué esté pasando en tu vida y tú estás lejos.

Extraño saberte bien, saberte feliz, saberte viviendo y disfrutando tu existencia, no sólo existiendo y dependiendo tu vida de otras personas, de personas que te quieren pero no lo suficiente como para escuchar tu sentir, y sé que puedes ser lo que tú desees, pero creo que aún no deseas ser feliz, o no sientes merecerlo; porque pudiste ser un idiota, pero siempre creeré que mereces ser un idiota feliz, un idiota pleno y probablemente dejarías de serlo sin esa parte tuya que quiere autodestruirse.

No sé quién eres ni de quién me enamoré, porque pudiste fingir algo que no querías y te obligaste a ser muchas cosas por no quedarte solo, por depender de alguien. Y yo no quiero pensar que lo fui, que sólo te aferraste a mí como un niño asustado porque no querías que me fuera y no por lo que sentiste por mí.

No sé nada de ti, doy por hecho que las cosas que sé de ti, ahora son obsoletas, son innecesarias y son cosas que nunca fueron reales. Quiero creer que te conocí pero cada vez me pregunto a quién conocí, a quién besé y de quién me enamoré.

agosto 23, 2022.

porque el que no sabe lo que quiere, sólo está por estar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora