•and i can't stop || seungchan story•

I

Seungmin siente algo por el entrenador de fútbol de su hija.

Es estúpido, de verdad. Ha visto al tipo menos de cinco veces, probablemente (nueve, no es que Seungmin esté contando), y la mayoría de las veces ha estado demasiado lejos para verlo correctamente. Pero incluso desde su lugar en las gradas, Seungmin puede apreciar la forma delgada del entrenador Chan (como él hace que las niñas lo llamen), los hombros amplios y esa mata de hermoso cabello rizado por la que quiere pasar sus dedos.

Seungmin sabe que no debería estar mirando así. Él sabe que es raro, espeluznante y totalmente inapropiado. También sabe que la dama a su izquierda probablemente lo haya notado, o Chan lo hará en los próximos minutos si no se detiene. Pero luego el entrenador vuelve a girar y Seungmin tiene una mejor vista de su espalda y la curva de su trasero, y no, él no va a detenerse todavía.

"¿Cuál es la tuya?" la dama pregunta amablemente, y Seungmin le dedica una mirada rápida. Tiene el pelo bastante largo y lo ha atado en una cola de caballo, y él está bastante seguro de que la reconoce de los fines de semana anteriores.

Seungmin vuelve su mirada al campo y señala a Suni. "Ahí. Número tres", dice y no se molesta en ocultar su orgullo cuando la ve tomando la pelota de otra niña y abriéndose camino para anotar. Seungmin no sabe nada de fútbol si es completamente honesto, pero sabe lo suficiente como para notar que a Suni le está yendo bien.

Por el rabillo del ojo, Seungmin ve a la dama asentir. "Tiene buen manejo de piernas", murmura, tal vez más para sí misma que para Seungmin. "Me temo que la mía tiene demasiada energía para concentrarse", señala una chica de cabello oscuro que en su mayoría salta arriba y abajo y corre sin rumbo alrededor de las otras jugadoras. "Pensamos que el fútbol podría ayudarla a canalizar su energía, pero parece estar aún más animada después de la práctica. Se parece a su padre, supongo."

Seungmin sonríe agradablemente cuando Suni logra un gol y sus ojos se desvían hacia el entrenador nuevamente. Suni choca los cinco con el entrenador y luego se da la vuelta para darle a Seungmin un pulgar hacia arriba. Seungmin lo devuelve y lentamente se da cuenta de que el entrenador también se ha girado para mirarlo. O tal vez no él, sino los padres en general. Podría incluso estar observando el tráfico detrás de ellos por lo que Seungmin sabe. Pero esa brillante sonrisa está allí de nuevo y Seungmin tiene que apartar la mirada antes de hacer algo estúpido como sonrojarse como un idiota. Se supone que nadie debe sonreír así mientras entrena a un grupo de niñas de siete años.

Después de la práctica, todas las chicas corren hacia sus madres, y Seungmin solo se siente un poco mortificado cuando se da cuenta de que él es el único padre allí. No debería molestarlo, a menudo es el único padre y siempre el único padre y la única familia que tiene Suni. Lo ha sido durante siete años. Pero sí, a veces todavía le molesta, y ese sábado por la tarde en particular tiene que esforzarse en sonreír antes de que Suni lo alcance.

"¿Viste ese último gol, papá?" le pregunta, emocionada y llena de vida y pareciéndose tanto a su hermana que casi duele. Casi. "Fue difícil, casi me derribaron, pero hice una finta y luego corrí como el viento, ¡tal como me dijo el tío Binnie!"

"Sí, lo vi", Seungmin sonríe mientras le da su chaqueta, aunque no está seguro de si le había prestado más atención al entrenador Chan o a Suni. Realmente necesita controlarse. "Y el tío Changbin estará muy orgulloso de ti cuando se lo digas. ¿Te dije que cenaremos con su familia mañana?"

A juzgar por su reacción de sorpresa, él no le ha dicho nada, y eso es básicamente de lo único que habla en su corto camino a casa. Suni ama a Changbin y Felix y a su hijo de dos años, y Seungmin tiene la sensación de que realmente le gusta cuando la hermana de Felix hace todas esas cosas de madre e hija con ella y su pequeña hija. Seungmin hace todo lo posible para darle a Suni todo lo que necesita, pero hace tiempo que aceptó que no puede ser una madre para ella. En realidad, no, no importa cuánto lo intente. Pero seguro que será el mejor padre que pueda tener.