Cʀʏsᴛᴀʟ Mᴀsᴋ /ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ-ⁿᵃᵐʲⁱⁿ 🔞 (En Proceso)

EP 1

Es una mañana sombría y lúgubre, dónde la tenue neblina junto a una ligera llovizna no dan más que un color grisáceo a la vista de todo aquel que camina por las calles de aquella pequeña localidad. Pareciera ser un día muy melancólico y al mismo tiempo tenebroso, pues la luz del sol apenas sirve para distinguir que es de día. A todo esto le sumamos que el viento resulta ser muy fuerte y los pajarillos que suelen alegrar el día, parecen que hoy no tienen el ánimo de entonar sus alegres melodías, todo esto hace ver que el día es muy solitario.

Apenas se pueden ver una que otra persona caminando por los alrededores de la zona, un carro pasa cada media hora. Exactamente no parece un lunes, uno en dónde la gente alegremente sale en dirección a sus trabajos o al Instituto, pareciera que hoy nadie tiene los ánimos de salir de sus acogedoras camas. Logrando hacer que estés día no sea el mejor del mes de agosto, pues la neblina cada vez se está volviendo más densa, y a medida que pasan los minutos, está baja casi al raz del suelo, lo que dificulta más y más el poder vislumbrar lo que hay delante de uno.

A lo lejos se puede escuchar el timbre del instituto universitario del pueblo, uno que es muy fuerte, para así anunciar a todos los alumnos que la hora de entrada está cada vez más cerca. Lo que ocasiona que los estudiantes aceleren sus pasos para llegar a tiempo a sus clases y no acumular algún retardo, ya que a nadie le gusta ser sancionado en casa ni en el instituto.

Y aquí es donde conocemos a un joven de cabellos levemente rizados, que tienen un tono castaño oscuro, quien lleva puesto el uniforme de gala de la institución, el cual está conformado por una blusa blanca, una corbata roja y un pantalón de vestir junto a un saco con el escudo de la universidad, de color rojo carmín. Un chico de dieciocho años, quien está por llegar al colegio en su primer día de clases. El jovencito va pulcramente vestido.

Y como no es amante de la impuntualidad, es que decide acelerar su paso tras escuchar el timbre del colegio. Está a tan solo a unas cuántas cuadras del instituto. Hubiera llegado antes, pero su hermana lo dejo unas cuadras atrás ya que iba tarde para recoger a una de sus amigas. Así que, el adolescente de nombre Kim SeokJin, decide acceder e ir caminando lo poco que falta a la universidad.

Camina a paso rápido, con un paraguas en la mano, el cual lo cubre de la leve llovizna que está presente, aunque es algo ligero, el cielo amenaza con que una fuerte tormenta está por venir, mientras que el pensamiento de castaño es llegar antes de terminar todo mojado la lluvia que se aproxima. Va caminando entre calles, para así cubrirse un poco de las gotas que caen del cielo.

El colegio está lo suficientemente cerca de SeokJin, como para así poder verlo está solo a unas tres cuadras del menor, quien si se da prisa llegara a tiempo antes de que el clima se vea en su peor etapa, pero es que con estos cambios de clima, seguro podría haber una tormenta eléctrica.

Todo va bien, o al menos eso parece, hasta que a algo le hace detener su paso abruptamente. Pues un joven de cabello azabaches y tez blanca se ha tropezado frente a él, algo que al inicio le pareció gracioso al adolescente. Pero al ver que el hombre está recogiendo un par de medicamentos del suelo se traga su risa.

El estudiante decide hacer su buena acción del día y toma la idea de ayudar a aquel joven de lentes negros, pues entiende que podría ser él en una próxima ocasión. Así que con cuidado lo ayuda a ponerse de pie. Pero, de la nada siente un golpe en su cabeza y siente mareado. Lo que le ocasiona un fuerte dolor de la nuca, algo asustado voltea con dificultad, pues todo le estaba dando vueltas, al parecer el golpe que había recibido realmente fue muy grave.

Al mirar la causa de su dolor, es que puede vislumbrar a un hombre con máscara blanca, la cual cubre su rostro casi por completo, dejando a la vista solamente aquellos negros ojos. Al verlo mejor, es que se da cuenta de lo que tiene en la mano, aquella arma blanca que uso en su contra, una piedra, una muy grande, la cual tiene algo de sangre que escurre a gotas. El adolescente lleva su mano derecha a su cabeza, tocando así una herida, sintiendo húmedo a lo que al bajar su mano para verla se da cuenta que está está llena de sangre.