Que triste es la noche desvelada,
cuando el insomnio errante,
cabalga sobre mi cama.
Arranca mis sábanas,
me tapa y me destapa.
Que triste la noche indecisa de deseos,
cuando el calor y el frío se apoderan de mis huesos.
Que triste esta madrugada,
dando vueltas en la cama, preso del secreto de los sueños.
Y si giro al lado izquierdo,
solo veré el espejo;
tan alto, imponente y altanero.
Juzgando me pregunta: ¿que haces aún despierto?
¿No te basta ya con tus defectos?
¿Por qué no duermes y acabas ya con tu propio sufrimiento?
Me mira y lo veo, yo también conozco de tus miedos,
espejo inútil que no muestra ningún reflejo.
El tic toc del reloj avanza, firme y sin miedo.
Se hace más oscuro el cielo,
el día se acerca sin contratiempos.
Y yo aún sigo escribiendo,
en esta noche de desvelo.
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Solo Poesía
PoetryLa versatilidad de un verso escrito desde lo más profundo de la meditación es inalcanzable pero la avaricia y el calor de lo que surge en un segundo es indiscutiblemente insuperable.