Miro de reojo a la mujer de traje sencillo, con mirada penetrante y labios fruncidos que está esperando a que termine mi llamada para que la atienda.Entro aquí con cara de pocos amigos y con ganas de interrumpirse, pero le pedí un momento.
- Dijo que nada, por más que intente sacarle información no pude - Diana me comenta.
Ella acaba de llamarme para decirme que no puede ayudarme con el regalo de Alba porque no logro obtener información.
- Le comenté a Heder y ella dijo que la invitaría a salir para tratar también de saber si le gustaría algo - me cuenta - Creo que irán a un lugar de masajes, tal vez si se relaja le suelte la sopa.
- Sí, escuche que la volvió a invitar... pero no te preocupes, no es necesaria tanta presión, creo que ya sé que haré para ese día - le digo - Estoy por empezar a movilizar las cosas.
- ¿Qué harás? - pregunta.
- Una sorpresa, te enviaré los detalles después - le digo - Ahora tengo que colgar, debo atender algo aquí en mi oficina.
- Claro, hablamos luego.
Colgamos las dos la llamada y eso me permite ponerle atención a Alexa.
- Bien, ahora si dime - suspiro - ¿Por qué estás tan seria?
Alexa mantiene su mirada en mí.
- El abogado Wilson me aviso que vieron al abogado Miranda en el edificio - me informa seria - Me pidió que se lo avisara.
- ¡¿Qué?! ¿Y qué hace aquí? - me exaltó.
- No lo sé, acabo de recibir la llamada del abogado, no sé más que eso - responde.
Me levanto de golpe dispuesta a ir a buscar a ese hijo de puta.
- ¿Abogada? - Alexa viene detrás de mí - ¿Le aviso a seguridad?
Salgo de la oficina y a la primera que veo es a Nelly.
- ¿Escuchaste que Andrew está aquí? - le pregunto.
- ¿Mmm? ¿Quién?
Sigo caminando al no obtener respuesta clara de ella y me dirijo al ascensor.
- ¿A dónde vas? - Nelly pregunta.
Subo al ascensor y repetidas veces pulso el botón para bajar.
¿Ahora que quiere ese hijo de puta? No puede estar aquí.
Llego al piso de abajo y salgo con rapidez.
- ¿Dónde está Wilson? - pregunto en voz alta.
Siento que llamo la atención de varias personas, pero nadie responde.
- ¿Dónde está Wilson? - vuelvo a preguntar con enojo.
- En su oficina - alguien logra responder.
Me dirijo a su oficina y abro su puerta sin tocar.
- ¿Abogada? - Wilson se sorprende.
- ¿Dónde lo viste? - pregunto - ¿Dónde está?
- Lo vi con Martínez - responde.
- ¿Y dónde están?
- No sé...
Salgo de esa oficina y miro a todos lados.
- ¿Dónde está Martínez? - le pregunto a la secretaria de Wilson.
- No lo...
- ¿Abogada? - Martínez aparece con un vaso de café y una galleta en las manos - ¿Qué hace aquí?