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[Pov.Chuya]
Habían pasado unos días desde que nos adoptaron a Anya y a mi, en el departamento principal no duramos mucho, pues Anya y yo habíamos sido secuestrados por unos lunáticos, les había dado pelea pero al tener apariencia, fuerza y velocidad de un niño no favoreció mucho a mi favor.
El ahora nuestro padre nos consiguió algunas prendas de nuestra talla debido a que teníamos que presentar un examen de admisión en una academia demasiado prestigiosa llamada Edén, por lo que hemos visto en esta academia es para gente de dinero, los infantes parecían los típicos niños que obtienen lo que quieren con un "lo quiero", pensar que pasare tiempo con ellos me asqueaba.
—Anya esta acabada —exclamó con notoria preocupación y lágrimas queriendo recorer sus mejillas, debido a que en este momento todos los niños estábamos siendo divididos para el examen, a nosotros aun no se nos a asignado un grupo.
—Tranquila Anya, puedes leer mi mente durante el examen —propuse a lo que sus ojos se iluminaron sonriendo ya con menos pánico.
Fueron nombrando a cada niño por orden alfabético de sus apellidos, no faltó mucho para que llegarán a la "F" siendo una rotura separación, lo que significaba que Anya tendría complicaciones sin mi presente. Los grupos fueron llevados a diferentes salones, nos dieron las indicaciones y tiempo estimado para terminar el examen y una vez dada la orden todos volteamos la hoja, logré escuchar murmurós de pánico y angustia entre los demás niños decidiendo ignorarlos y empezar mi examen.
De algo que me di cuenta es que los exámenes eran muy avanzados para un niño de seis años logrando que llegara a pensar que esta academia era sobre exigente con la excelencia en calificaciones, su avaricia por mantenerse la mejor escuela de la nación era tanta que llegaran a poner ejercicios que se llegaban a enseñar máximo entre escuela media superior, lo más seguro es que aquí los niños serían más propensos a estrés y ansiedad por tanta presión académica.
Como erase de esperar de un adulto mentalmente termine el examen 14 minutos antes de la hora limite dándome cuenta que fui el primero el terminar al observar mis alrededores con cautela, devuelvo mi vista a la hoja del examen que había contestado observando que no hubiera ningún error, una vez comprobado levante mi mano captando la atención del maestro que se encontraba vigilando que nadie se para de listo y copiara.
—Si quieres ayuda porque no lo entiendes, no es mi problema que no sepas lo más básico, así que hazle como puedas —hablo el maestro haciéndome fruncir mi entre cejo de enojo, no soy una persona de mucha paciencia.
Apretó mis puños con la hoja entre uno de ellos, me levanto de mi asiento y camine hasta quedar parado frente al maestro que se encontraba sentado en una silla y sin arrepentimiento alguno le estape el examen en la cara restregandoselo en el rostro, me aparte dejando caer la hoja notando que se había enojado, solo le saque la lengua y le mostré el dedo medio en forma de insulto para después retirarme al instante del salón escuchando insultos provenientes de esa porquería denomina maestro.
