Opuestos a tu Realidad

pasado Uchiha IV

El cambio de escena ocurría y pasando sobre las mujeres que cual cotorras hablaban y los dos hombres que discutían se acercó a ver la gloriosa escena, está vista no la tendría al volver y quería gozar en su máximo esplendor -que perfecta vista- relamiéndose los labios encantado

Hacían ruido, estaban emocionados y no dejaban de hablar entre ellos

-dejame ayudarte- Hana se acercó a uno de los trillizos que ya tenían cuatro años, su collar que todos reciben a los cuatro años como regalo de cumpleaños departe de su padre se había caído y luchaba por volver a ponérselo. El logo del clan Uchiha, la cadena de plata y el dije era de rubí y diamante formaban el abanico que alimentaba el juego, la naturaleza principal de los Uchiha

-no quiedo tu ayuda- le respondió orgulloso dando un manotazo a su mano que apenas tocó la cadenita del collar

Hana sonríe forzosa, ese trillizo con ojos como el de su hermano Suk era muy orgulloso y arisco incluso con su familia, sobre todo con ella que desde que nació lloro por su contacto

Los únicos que podían tocar al "principe" eran Suk y mamá, incluso con su padre era huraño

-listos- la fuerte voz de su padre llamo la atención de todos, asintieron en uno viendo como su padre pasaba enmedio de ellos con su porte elegante y orgulloso vistiendo un pantalón negro con la katana a un lado de su cadera y la camisa sin mangas negra abierta en el pecho, su cabello azabache negro corto como en su juventud dejaba ver en todo su esplendor sus dos ojos orgullosamente

Hubo una temporada cuando Itachi y Suk eran bebés que su padre ocultaba el Rinnegan con su cabello pero de la nada decidió mejor mostrarlo al mundo

Sasuke siente como sus hijos lo siguen, sonríe de lado, podía decir con orgullo que hizo renacer su clan

Itachi discutía con Suk que siempre de algún modo lograba enojarlo y eso que era muy calmado

Los mellizos intercambiaban miradas de duda por saber a dónde irían, puesto que su padre les prohibía las salidas de la aldea hasta que fueran ninjas o samurais, podían acompañarlo a reuniones fuera pero casi nadie quería ir, en el pasado Hana lo acompañaba pero de repente dejo de insistir y solo quedarse en el Sonido tranquila

Los gemelos se empujaban entre si jugueteando, los trillizos jugaban molestando al huraño de su hermano que molesto se adelantó a todos para caminar junto a su padre

-papi.. ¿Morilemos?- pregunta inocente, talvez no tanto porque ya había presenciado los asesinatos cuando algunos valientes aún se atrevían a querer invadir la aldea pero ninguno salía vivo

-no- respondió fácil, sonríe de lado viendo directamente a esos ojos disparejos de color negro y perla -deja eso para la gente mediocre-

Sonríe de lado el menor, los demás sonríen en afirmación

-¿pelo.. la gente muele a dialio?- contraataca nuevamente su hijo menor, sabía que este nació con un orgullo grande y seguramente quería preguntar hasta quedar satisfecho o dejarlo sin respuestas, más el, su padre tambien posee un poderoso orgullo

-la muerte es el pan de cada día- responde, sus demás hijos lo escuchan atentos, prestando toda atención de sus ojos negros y perlas en el -pero hay una diferencia entre ellos y nosotros-

-¿Cual?-

Se detiene imitando todos sus hijos, parándose detrás de el lo ven cerrar los ojos lentamente con presunción

-que ellos son los que mueren, y nosotros somos los que matan- abre los ojos que brillan en oscuridad pura como su ser, su perversa sonrisa adorna sus labios como el de todos sus hijos tras el y a su lado