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—¿Entonces... no piensas salir de la habitación?

El joven no respondió, siquiera se tomó el tiempo de mover su cabello moreno de sus ojos para poder ver el rostro de su hermana. Estaba cabizbajo, sentado sobre aquella tan cómoda cama que se le había asignado, y con sus manos jugando nerviosamente entre sí.

—Alex, ya sé que tienes un poco de miedo, pero todo está bien, ¿sí? Todas las personas que nos rescataron son buenas, y están preocupadas por ti. Más Natasha. ¿La recuerdas, cierto?— sin respuesta nuevamente. Wendy tomó aire, y apoyó su espalda contra la puerta cerrada del cuarto—. ¿Siquiera vas a hablarme a mí?

—Es que...— suspiró pasados unos segundos, tratando de no sobrepensar tanto sus palabras —... sé que no nos harán nada malo, solo que... no lo sé, me incomoda todo lo nuevo... En realidad, no me incomoda, es... demasiado, y todo junto, y... Me adaptaré a mi tiempo, supongo...— miró finalmente sus ojos —. Perdón.

—Está bien— respondió su hermana con suavidad, asintiendo hacia sus palabras y decidiendo dejar el tema ahí por ahora—. Recuerda que si pasa algo me avisas, ¿sí? Te traeré algo de comer, ya vuelvo.

Salió de la habitación, encontrándose a Natasha esperando ahí afuera con su espalda pegada a la pared. Al escuchar el sonido de la puerta abriéndose, la pelirroja elevó su vista del suelo y la miró, expectante a escuchar lo que diría.

—No saldrá. — declaró finalmente la de ojos verdes, viendo entonces la decepción en el rostro de la mujer.

—Bueno... Es entendible. No le dimos el tiempo suficiente a que se adapte y lo trajimos a la torre Vengadores, sabes...— reflexionó mientras comenzaba a caminar, siendo seguida por la menor —. Pensé que sería buena idea traerlo, pero creo que lo empeoré...

—¿Qué? No, para nada— respondió entonces—. Alex necesitaba urgentemente un cambio de aires. Creo que se hubiera puesto peor si nos quedábamos en el hospital más tiempo.

Natasha asintió, comprendiendo —Además, él es un chico muy tímido, ¿cierto? Lo noté cuando lo conocí.

—Oh, él es... raro— cerró un segundo los ojos y apretó sus labios al darse cuenta de que había cometido un error al expresarse —. Es decir, no digo que él sea raro, sino que su forma de actuar ahora es rara— aclaró al instante, moviendo su manos frente a ella—. Nunca lo vi tan cerrado, por así decirlo... Debe estar asustado.

—Cuando era niña me pasó algo parecido a ustedes, en el sentido de que me llevaron en mi contra a un lugar donde me obligaron a entrenar sin descanso— comentó, bajando un tanto su mirada, como recordando. Wendy la vió sorprendida, pero no emitió ningún sonido, no queriendo interrumpir —, y créeme que fue terrorífico. Siempre el adaptarse a nuevos lugares es terrorífico.

—Sí, eso creo...— titubeó, tomando un poco de aire —. Yo... Deberías intentar hablar con Alex. Solo si quieres y no te molesta, claro... Tú fuiste quien lo sacó del laboratorio, creo que tú podrías llegar a conectar con él de alguna forma. — expresó, sonriéndole medianamente, esperanzada porque tal vez Natasha pudiera ayudar a Alex a dar el primer paso para comenzar a adaptarse: salir del cuarto en el que había estado encerrado durante la semana en la que habían estado viviendo en la torre de los Vengadores, sus rescatistas.

—Lo intentaré con gusto— asintió, devolviéndole la sonrisa y parando su caminata—. Merece la ayuda; es un buen chico, y tú eres una gran hermana.

—Gracias, Natasha. — dijo lo más calmada posible, aunque su sonrisa delataba toda su emoción.

—No es nada, Wendy.

「 SHADOW, peter parker 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora