Miraba una y otra vez a través de la ventana, este maldito internado era un infierno estaba aquí desde hace 8 meses. Aún así lo recuerdo, recuerdo a Sanzu.
El nunca volvió por mi, el prometió no dejarme sola pero me abandono en el peor lugar. Este lugar me estaba matando de poco a poco, no recuerdo cuántos psicólogos trataron de hablar conmigo pero nunca les respondí ni si quiera los miraba. Quería salir de este lugar.
Todos los días miraba hacia afuera esperando que el volviera. Más nunca lo hizo.
Lloraba todos los días al recordarlo y aún más teniendo en mis manos la cadena que me había regalado cuando aún estaba conmigo, la tenía conmigo desde que el me la dió y nunca me la quite, la apreciaba mucho para perderla.
-Es hora de comer- una enfermera se acercó a mi, se sentó junto a mi en el suelo -Ayer no comiste nada, y está semana casi no haz comido-
No respondí, estaba cansada de estar aquí.
-_______, necesitas comer- me miró preocupada -Te voy a ayudar- comenzó a llevar la cuchara con comida a mi boca.
-No.
Ella se detuvo -Linda- tocó mi cabello.
Comencé a llorar otra vez en silencio, apreté mis puños.
-El... el, ¿No vino?- pregunté.
-Estoy segura que pronto lo hará- la mire -Pero para eso debes comer-
Mire la comida que estaba en la bandeja.
-Solo tomaré el jugo-
-Bien, te dejare lo demás por si te da hambre. En un momento volveré- se paró del suelo y camino hacia la puerta, salió y cerró la puerta.
-Se que mientes.... El no va a volver por mi- susurré.
Hice a un lado la bandeja de comida y doble mis piernas juntandolas, me hice bolita mientras lloraba, estar aquí era horrible. Me daban demasiados medicamentos que no sabía para que eran, varias veces al día me inyectaban tranquilizantes cuando tenía alguna crisis.
Casi cumplía 19 años y aún estaba en este lugar, pero para eso faltaban meses, no llevaba la cuenta pero algunas enfermeras me lo recordaban.
Incluso para dormir me daban pastillas, y cuando no las tomaba las ponían en la comida o en la bebida que me solían dar, no confiaba en ellos.
Sabía que en unas horas llegaría otro psicólogo que trataría de hablar conmigo pero no tendría ningún éxito conmigo.
No recuerdo cuando fue la última vez que me mire al espejo, algunas enfermeras me ayudaban a bañarme y cepillaba mi cabello, no sabía por qué lo hacían, pero al terminar se iban y me dejaban sola, eso era lo que quería, estar sola.
Tampoco salía al patio a caminar, siempre estaba en la habitación, desde la ventana veía a las demás personas desde arriba, supongo que yo estaba en el tercer piso.
Mi cuerpo no se movía de este lugar, a veces intentaban sacarme al patio pero siempre forcejeaba con ellos al punto que ellos se rendían.Estaba empeorando cada vez más y eso me no me importaba lo único que me importaba era Sanzu.
Antes odiaba el hecho de depender de el, pero ahora no, necesitaba de el.
Cada día era peor, me perdía en mi misma, mi rostro seguramente se notaba cansado, se que tenía ojeras por no dormir durante días, no era yo misma.
No desde que el se fue.
Ni si quiera intenté escapar de este lugar, lo pensé pero no sabía dónde estaba el, preferí quedarme por si el volvía.
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In another life (Sanzu Haruchiyo)
FanfictionEn otra vida espero encontrarte para cumplir todas las promesas que te hice.