7: Escorpiones

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Elizabet

Capítulo 7:

Las clases fueron bastante pesadas no pude prestar mucha atención debido a lo que ocurrió anoche. Me encuentro caminando hacia mi casa el día se nublo tanto que me apresure al caminar ya que estaba empezando a caer varias gotas de agua, no estaba tan lejos pero probablemente acabaría empapada si la lluvia empieza a apretar y lo último que quería era quedar constipada. Note alguna que otra mirada y sigo sin entender porque me miraban, no es que yo fuera muy importante de hecho era todo lo contrario, deje esos pensamientos a un lado y me concentre únicamente a caminar para llegar lo antes posible.

Cuando llegue a mi casa un olor agradable a comida intervino en mis fosas nasales en seguida le pregunte a mi madre que había echo de comer, ella me respondió que lasaña y me puse aún más feliz al recordar que era una de mis comidas favoritas. Le ayude a poner la mesa para luego sentarme en una de las sillas y así quedar enfrente a ella.

- ¿Qué tal te ha ido el día? - me pregunto ella sacando algún tema de conversación.

- Bastante cansado - respondí sin más. No tenía muchas ganas de hablar realmente había dormido muy poco y ese iba a ser mi plan de hoy descansar hasta tener hambre.

Por suerte o por desgracia la televisión estaba puesta y en ella se escuchó a los reporteros hablar de los destrozos de la discoteca a la que fui ayer con Angela y Noah. Hubo más heridos de los que me pude llegar a imaginar y con eso me di cuenta de que no habían ningún herido de los del breve tiroteo inesperado que hicimos eran todos personas inocentes, me hubiera gustado saber que no me lo esperaba, pero mentiría aquel grupo era demasiado listo como para ser verdad, debía de tener algún fallo, algo debía de haber.

Mi madre debió ver mi rostro porque no dudo ni un segundo en hablar.

- ¿Qué habéis hecho?

- Nada, nosotros solo...

- Elizabet – dijo ella con un tono serio y distante, ella sabía que hacíamos y nunca nos juzgaba, pero siempre quería la verdad y sabia cuando alguno mentía 

- Es cierto no hicimos nada solo estábamos de fiesta y aparecieron gente encapuchada con armas, por suerte estábamos en el baño con pestillo ya que... bueno eso no importa lo que sí que importa es que por poco nos matan o eso creo.

Mi madre abrió la boca para decir algo, pero volvió a cerrarla en cuanto sonó el timbre, por un momento miles de personas aparecieron en mi cabeza, pero sobre todo...

Que no sea la pasma, que no sea la pasma, que no sea la...

Mi madre abrió la puerta y vi a Noah quejándose de que la lluvia lo estaba mojando, para que lo dejaran pasar. Claro que mi madre siempre lo deja pasar es como si tuvieran dos hijos más y sí digo dos porque detrás de él estaba Angela rodeando los ojos por los quejidos de Noah. Me los quede mirando como si no tuvieran remedio.

- Hola Ana – Le dijo Angela a mi madre después de que Noah entrara.

- Hola Angela pasa cariño - le contesto mi madre a ella, ella paso felizmente y empezó a parlotear de su día a mí me hizo bastante gracia no lo voy a negar dijo que un buenorro le había dado un susto mientras ella estaba dormida en la silla y por poco se cae de ella.

Mi madre dejo el tema de antes, decidió dejarlo de lado por un tiempo, pero estuve segura de que hablaría con los tres en otro momento, estábamos los tres en mi cuarto Angela se encontraba tumbada en el sofá de mi habitación y Noah y yo sentados en mi cama.

- Los dos sabéis que fue pura suerte que haya aparecido Rena en ese momento si no quien sabe que abría pasado – Comenté

- Si sobre eso, ¿quién querría hacerme daño a mí? Pero si soy un encanto – dijo Noah más indignado que nunca.

Hunter "con un arma en la mano, atención, cautela y cuidado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora