Era el primer sábado de noviembre, la mañana estaba particularmente fresca y aunque quería seguir durmiendo no era posible pues JiMin llegaría conmigo para sus asesorías. Mire el calendario y me di cuenta que ya era poco más de un mes desde que me había unido al taller de artes. Sonreí y me pregunté qué habría pasado si aquel día JiMin no me hubiese pedido ayuda o si simplemente le hubiesen dado los anuncios a cualquier otro alumno. ¿Me habría unido? ¿Lo habría visto siquiera? Quien sabe, lo único cierto era que me alegraba que hubiera sido de esa forma y no de otra. De lo contrario ¿Cómo habría conocido a YoonGi?
Baje a la cocina, dispuesto a prepararme el desayuno. Salude a mi madre que bebía café y cuando yo me servía una taza el móvil me notificó un nuevo mensaje. Provenía de un número desconocido.
JiMin dice que debería dejar de insistir, que ahora te gusta alguien más.
¿Es cierto?
¿Quién es?
Dios, NamJoon era lo que le seguía a la palabra intenso, miren que conseguir otro móvil sólo para acosarme. Y JiMin, él no me estaba ayudando en nada. Obviamente lo primero que sucedió apenas mi rubio amigo llegó fue una escena de mi preguntándole qué demonios le había dicho. Me dijo que absolutamente nada, que una conversación de lo más inocente, el solo pidió que NamJoon ya no intentara nada conmigo, y que cuando este le preguntó si yo estaba viendo alguien más solo respondió que tal vez había conocido una persona que ahora me gustaba.
—No creí que intentaría contactarte. —murmuró JiMin con la cabeza gacha.
—Tu sabes que NamJoon es un obsesivo, no puedes soltar cosas como esas así a la ligera, solo es avivar el fuego. —reclame sin alzar la voz.
—¿Le respondiste?
—Claro que no y no tengo intenciones, que crea lo que se le dé la gana, no le debo explicaciones a nadie y mucho menos a ese loco. Así que no vuelvas a contarle cosas de mi con un demonio.
—Lo prometo, no lo haré, no te molestes conmigo hyung —JiMin puchereo y me sacudió por los hombros—. Perdoname.
JiMin me abrazó y me pegó a él, moviéndome de un lado a otro consigo. Busqué zafarme y lo logré con poco esfuerzo mientras me reía. Le dije que estaba bien, que le perdonaba y que ya dejara de encimarse.
Estudiamos un poco justo como lo teníamos planeado más no hicimos mucho porque la verdad ya no era necesario. Por eso cuando terminamos nos decidimos por ir al centro comercial y comprar las cosas que JiMin aún tenía pendientes. Obviamente fuimos en mi auto al mall más cercano, de camino repase mentalmente la dirección de YoonGi y me di cuenta que también quedaba cerca del lugar. Se me cruzó la idea de que tal vez terminando las compras de JiMin podría pasar y visitarlo, para charlar de lo que fuese aunque fuera un momento.
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♚ < 𝘓𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘮á𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘰𝘴 > ♚ || Jinsu
Fanfiction"Con sólo mirarte supe que te amaría por siempre" SeokJin, un estudiante de arte en la Universidad Nacional de Seul, por azares del destino, termina inscribiendose como voluntario en un taller de arte. ¿Y cual es lo interesante en esto? Son clases d...