୭ᴛᴡ
ˢᵘⁱᶜⁱᵈᵉ / ᴬᵗᵗᵉᵐᵖᵗ ˢᵘⁱᶜⁱᵈᵉ / ˢᵉˡᶠ ʰᵃʳᵐ
Las pisadas hacia arriba eran lentas y pesadas, llegando a retumbar fuertemente por el vacío lugar; la única persona en el lugar era la causante del ruido. Llegando al fin de las gradas abrió la puerta con sus débiles brazos, costándole un poco de trabajo. Sin prestar atención a su alrededor, camino sin más a la baranda del lugar, permitiéndole ver el panorama que le daba el campus, todavía viendo como algunos alumnos se alejaban poco a poco del lugar ya saliendo de su hora estudiantil.
Volvió su atención a la cantidad de gente cerca, la cual había disminuido. La baranda dejaba una parte de azotea después de esta, una parte grande donde fácilmente una persona cabría, comenzó a quitarse sus pertenencias de encima, dejando la mochila en el suelo y cosas sin importancia cerca de este objeto. Se quito una parte del ropaje que caracterizaba al instituto dejándolo arriba de todas sus cosas, y ya sin nada que lo detuviera, agarro su teléfono y lo apagó.
Volviendo a la baranda, traspaso esta quedándose en aquella parte que todavía daba para pararse correctamente. Se sentó dejando sus piernas colgando, preparándose mentalmente para lo que estaba por hacer, viendo solamente de frente sin mirar atrás. Podía sentir el miedo recorrer su cuerpo, algo diciéndole que parara y que regresara a casa, pero ya nada lo haría retroceder en la decisión que había tomado, estaba cansado, se veía fatal, todo estaba echo pedazos, nada podría remediarse ahora, todo era cenizas. Sentía las lágrimas asomarse por sus ojos, ya nada valía la pena.
El cansancio se apoderaba de él, su cuerpo ya no podía y su mente estaba en en un peor estado, todo en el fallaba, todo en el era un error, se sentía vencido, su cuerpo pesaba, dolía y levantarse de la cama era una lucha de todos los días, ya no le veía el sentido a seguir luchando por algo que no ganaría ni de chiste, estaba derrotado, y lo que estaba por hacer lo demostraba por completo; se descuido tanto, tanto que hasta llego al punto de autolesionarse, parecía que la gente lo veía con desprecio, lo juzgában por como era, por como se veía, ¿qué más querían? Ni siquiera se daban el tiempo de saber como estaba, todo eran Burlas constantes que para ellos no tenían importancia y yo simulaba lo mismo cuando sabía perfectamente que cada palabra que soltaban era una puñalada fuerte, una que dolía como el infierno, el cual solo hacía que me sintiera peor. Llegando a la completa locura.
Burlas, chistes y risas sobre él, tantas que llego a creérselo, tantas que llego a tratar de cambiar aquellas, tantas que llego a este punto, ya que aparte sus esfuerzos no tenían ningún fruto. Ya nada serviría ahora, su débil cuerpo no soportaría más daños, estaba en terribles condiciones, ¿qué más desearía?
Las lágrimas no tardaron en bajar por su rostro, por fin liberando el como se sentía, dejando de retener el como se sentía finalmente, solo llorando, pero sin dudar de su decisión final, sólo temiendo de aquella.
Escucho como la puerta detrás suyo se abría, pero no se sobre salto, no volteo.
Pasos acercándose a él se escucharon, y sintió como la baranda se movió por un peso extra en esta. Obligándose a ver detrás de él, una figura alta y delgada tras él, viendo recto a nada en específico. Segundos pasaron y este salto la baranda, sentándose junto a él, dejando una de sus piernas doblada y otra colgándose del borde.
—Lindo lugar, ¿no?— Preguntó de la nada, a lo cual solo recibió un asentimiento.
El lugar volvió al completo silencio de nuevo, hasta que sintió como el otro lo abrazó, tomándolo por sorpresa. No sabía cómo exactamente reaccionar, y lo primero que hizo fue llorar. Sus emociones se mezclaron, los pensamientos que tuvo anteriormente atacaron, y a pesar de ser unos brazos desconocidos, le hicieron ablandarse y sentirse seguro, soltando lágrimas despreocupadas. Correspondió al abrazo, ahogando sus lloriqueos en el hombro del desconocido.
