La leyenda de la princesa Kaguya

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Sin duda esta es una de las leyendas más bonitas y más apreciadas en la cultura oriental (y sobretodo japonesa, pues esta es una leyenda de Japón)

La leyenda cuenta que, un viejo anciano cortador de bambú, se acercó hasta un tronco de bambú que emanaba un brillo singular y lo cortó, y en cuanto lo hizo observó que en su interior había una niña que apenas medía diez centímetros y la tomó entre sus brazos. Junto con su mujer, decidió criarla y llamarla Kaguya, que significa "hermoso bambú delicado en el campo otoñal".

Fueron pasando los meses, y mientras la princesa Kaguya crecía muy rápido hasta convertirse en una preciosa dama de largo cabello negro liso, el cortador de bambú se encontró oro en cada uno de los bambús que cortaba con su hacha y se hizo muy rico.

La dama Kaguya se fue haciendo muy famosa en poco tiempo a causa de su belleza, y no paró de recibir pretendientes que fueron rechazados uno tras otro por ella, sin embargo, cinco jóvenes siguieron insistiendo y cada uno fue a hablar con su padre para que le permitiera casarse con su hija, pero el anciano siempre contestaba: "Yo no soy su padre, es ella quién tiene que decidir su propio destino" aunque muy en el fondo quería que su hija se casara bien.

Kaguya, al ver que los cinco jóvenes seguían insistiendo y su padre la animaba a contraer matrimonio, espetó: "Les pondré una misión y me casaré con aquel que tenga el corazón puro" A el primero le encomendó la misión de buscar un cuenco medicante de piedra que le había pertenecido a Buda; al segundo le encomendó la misión de cortar la rama de un árbol cuyas raíces fueran de plata, el tronco de oro y sus frutos de jade; al tercero un abrigo de piel de rata de fuego; al cuarto la joya irisiada que estaba en la cabeza del gran dragón; y al quinto una de las conchas de caorí que tenían las golondrinas en sus picos.

Los chicos salieron desanimados ante la dificultad de aquellos retos, sin embargo, tiempo después comenzaron a llegar: El primero le llevó un cuenco de piedra el cual Kaguya notó que era falso al ver que no emanaba una luz mística; el segundo llegó con una rama de plata, pero al ver que los herreros le pedían el pago por su obra, Kaguya lo descalificó; el tercero llegó con un abrigo de fuego, pero cuando Kaguya lo tiró al fuego de la chimenea, este ardió; el cuarto fracasó en su búsqueda; y el quinto decidió abandonar.

Mientras tanto, la fama de la belleza de la princesa Kaguya llegó a oídos del Emperador, que la invitó a su castillo, aunque ella rechazó el ofrecimiento diciendo que "Moriré si piso un palacio tan espléndido". Así pues, el Emperador organizó una casería para ir a verla, y en cuanto lo hizo, cayó prendado de su belleza. Sin embargo, Kaguya lo rechazó.

Poco a poco la princesa Kaguya se fue poniendo más triste al ver que pasaba el tiempo y cuando sus padres le preguntaron qué le sucedía ella les explicó que venía de la Luna y pronto tendría que volver. 

Al enterarse el Emperador, ordenó que se vigilara la casa de Kaguya, pero poco pudieron hacer cuando llegaron los guardas celestiales que los inmovilizaron y se marcharon con la princesa, no sin que esta antes se hubiese despedido de sus familiares y dejado una carta de agradecimiento y un mensaje al emperador con la razón de no poder estar con él y el elixir de la vida (el que también le borraría la memoria a la joven).

El Emperador, decidió subir a la montaña más alta, donde quemó un poema de amor, el elixir (que no sabía qué hacer con él) y la carta de la joven para que le llegara.

Desde entonces, ese monte se le conoce como el monte Fuji o "El que nunca muere"

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