Riding - (Jenlisa G!P) (Adaptación)

Capítulo 16

—Gracias nuevamente.

—Sí, no te preocupes —dijo Jisoo del otro lado de la línea telefónica.—. Para eso estamos, Jongin.

—Entonces, ¿cómo va la familia?

Ella desde la cocina, preparándose un té verde que quedaba fresco antes de una plática tranquila, se preguntó por qué Jongin se adentraba a ese tema tan repentinamente.

En su cabeza se decepcionó de él. Parecía estar obsesionado con el tema de la familia y ella entendía que él no tenía con quien hablarlo, alguien de confianza a quien contarle orgulloso o triste sucesos de su vida.

Jisoo aseguraba que era la única amiga a la que pudiera recurrir en cualquier caso y solo por eso, le siguió la corriente.

—Va bien. Los niños están creciendo cada vez más.

—Siempre lo hacen. Los vi en el patio. Están gigantes.

Jisoo asintió sonriente. Se llevó la taza a los labios y tomó un sorbo del té.

—Ella no se queda atrás. —Jongin no respondió, y Jisoo caminando hacia la sala de estar para relajarse un rato, imaginó el lío mental que él tendría.

Tan solo una semana antes, él le había ido a visitar y con ideas locas en su cabeza le comentó querer mudarse de casa. Planeaba vivir por las costas, con una buena vista al mar y con el ambiente de relajación palpable.

Simplemente así, lo había decidido.

Ella no quiso preguntarle más al respecto ese día. No quería parecer estar interesada de repente en la vida de su ex pareja, pero era inevitable no preguntarse el por qué.

—Sí, ella es todo un personaje. —opina Jongin con una sonrisa y quitándose el sombrero prosiguió a ordenarse el cabello.

Se quedó a un lado de la ventana, viendo hacia la pradera que podía admirarse de aquel lado. Jisoo seguía de pie, viéndolo desde una distancia conforme.

—¿Qué tal su cumpleaños? Oí que varios de los amigos de mi padre asistieron.

—Todos estaban entusiasmados por ver a Ella. Pero ella cayó dormida una hora después.

—Parece que no pudo ocultar lo aburrida que estaba. —dijo Jisoo riéndose de la bebé y a la vez del gesto incrédulo de Jongin.

—Estuvo dando vueltas todo el día. Se escapó de Jennie, y dicen que la encontraron cerca de los establos.

—¿Qué? —Jisoo rió.

—Iba solo en pañal ¿te la imaginas?

—Sí —continuó riendo.

—Pero aparte de eso, se comporta bien. Escucho cuando Jennie le pregunta algo y ella le responde "Sí mamá" o "No mamá", lo justo y necesario. —Jongin sonrió.— El tono en que lo dice es tierno.

Era la primera vez que establecían este tipo de conversación luego de que Jongin se comprometiera y dejaran a un lado los sentimientos antiguos.

—Una vez pasé cerca del baño, y la escuché cantar una versión muy confusa de "Pipón es un muñeco".

—Rosé les cantaba esa a los niños también. —dijo con ojos ya brillosos.

—Sí. Aunque Ella no habla mucho conmigo.

A Jongin poco a poco se le desvaneció la sonrisa del rostro. Jisoo lo encontró extraño pero decidió ofrecerle también una taza de té, pero el negó rápidamente.

Ambos, luego de aquel momento estaban dando un paseo por las tierras Manoban. Más allá de las colinas podía verse el sol traspasarse entre las nubes de las grandes montañas que años atrás todos los que visitaban la finca tenían el gusto de explorar.