RARA OBSECION

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CRISTEL


Los rayos de luz entraba por una pequeña ventana en esa pequeña habitación, hacia frio; demasiado para lo poco que lo llego a soportar, se comenzaron a escuchar pasos, lo único que pude hacerme fue hacerme  bolita fingiendo estar dormida 

La puerta de metal hizo ruido cuando se empezó a abrir, moví lentamente mi cabeza buscando personas era el tipo raro que me golpeo y me trago aquí


-Buenos días Cristel- hablo pero no me moví

Sentí un jalón de mi brazo izquierdo el hizo y logro que me levantara  del suelo jadee por el dolor que estaba sintiendo ahora podía verlo mejor, antes lo vi pero ni siquiera preste tanta atención a la cicatriz de su ceja hasta la frente, dejo mi brazo y quede parada frente a el, por inherencia di un paso atrás alejándome de el 

-Que pasa, tienes miedo?- levanto su mano mostrándome mi telefono

-Dámelo- demande

-No, no te lo daré, para que lo quieres si aquí ya vas a tener mejor vida- sonrió y se acerco a mi, nuevamente me aleje pero ya no tenía a donde ir mi espalda toco la fría pared 

-¿Que hago aquí?- pregunte un tanto molesta

-Buena pregunta, pero para poder responder eso necesito que me acompañes- estiro su mano y solo me le quede viendo

-No tomare tu mano- dije obvia

Tomo mi brazo con brusquedad para acercarme a su cuerpo, su rostro estaba a escasos centímetros del mío, fruncí el ceño y el tomo mi barbilla apretándola

-Mejore ve calmando tus estúpidos comportamientos, Adriel te los pasaba pero yo no entendiste¡?- dejo mi brazo y mi barbilla empujándome mi espalada golpeo un poco fuerte con la pared y gemí de dolor 

-Dijiste Adriel?- dije confundida

-SI, tranquila toda tu familia incluyéndome sabemos ya todo lo que tenias con ese pedófilo, te obligo verdad?, por que si no o hubieras hecho ya hubieras corrido a mis brazos- reí un poco

-Le llamas a el pedófilo, cuando tienes la misma edad que...- no pude terminar de hablar por que sentí un fuerte golpe en mi cara, me había dado un puñetazo caí al suelo lastimándome el brazo con el que había amortiguado la caída

-Al parecer alguien no entiende con quien esta hablando- me levante un poco para poder verlo su mirada era bastante fría

-Puedo ir al baño?...- dije en un pequeño susurro 

-Esta bien, levántate ahora- me levante lo mas rápido que pude el estaba frente mi, tomo mi cuello con un poco de fuerza sin lastimarme me puso contra la pared su altura me obligaba a elevar mi cabeza para poder verlo

Su rostro se acerco al mío, cerré los ojos pero solo sentí su lengua paseando por mi labio, donde el golpe fue dado, se alejo un poco para poner su pulgar en mi labio, pero a diferencia de Adriel no abrí la boca solo me le quede viendo.

Soltó mi cuelo y tomo mi mano, caminaba detrás suyo mirando por todos los lados, pero habían un montón de puertas y no había ruido alguno

Mis ojos captaron a una persona entando por una puerta la cual daba a lo que en estos momento se les llama libertad, ya sabia solo que todas las puertas eran blancas no podría distinguir por donde íbamos

Estuvimos un rato subiendo escaleras, ya estaba bastante cansada hasta que llegamos a una puerta mas grande, dos tipos estaban fuera de dicha puerta, al verlo rápidamente la abrieron, la luz era lo primero que se veía al abrirse

Mi pequeña babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora