—Dime tu nombré.—habló Morfeo al cuervo acercándose cautelosamente.
—Soy, Matthew, señor.—dijo el pequeño animal con alas.
—Matthew, le dejé claro a Lucien que no requería de un cuervo.—explicó Sueño al ahora cuervo presenté.
El cuervo bajó levemente la cabeza—. Ella dijo que diría eso—resopló en voz algo baja.
—Yo no necesito...
—Señor...
—No necesito-
—Se fue, señor.—dijo Matthew viendo detrás de Morfeo que volteó su cabeza y no encontró a ninguna de las dos mujeres—Y, ya no esta, ¿ve? Por eso es qué necesita un cuervo.
—Vuelve a la ensoñación Matthew.—ordenó Morfeo en tono sereno.
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Sueño observaba una fuente en un parqué mientras estaba perdido en sus pensamientos, seguía con la imagen de Orion en su mente, no podía dejar de pensar que la conocía de algún lugar.
Matthew llegó volando para posarse en la orilla de aquella fuente—. Ya volví.
—Si, a pesar de que te dije que te fueras.—le recordó Sueño al ahora cuervo.
—N-No puedo, la jefa me dijo que-
—Lucien no es tu ama.—corto el rey del sueño al persistente animal que tenía enfrente.
—También dijo que diría eso.—volvió a quejarse bajando su cabeza el cuervo.
—¿Que acaso no sabes quien soy yo?.—le pregunto Morfeo a Matthew, levemente extrañado.
