El americano se despertó por la luz del sol. Él talló suavemente sus ojos, con ganas de seguir durmiendo si no fuera por el sol. Frustrado, él empezó a estirarse mientras tronaba sus huesos. Él hubiera tenido una buena mañana pero al querer levantarse, vió cómo el ruso lo miraba con una sonrisa. De seguro entró a su cuarto y lo observó durante toda la larga noche.
USA:— ¡¡maldito acosador!! —dijo mientras le lanzaba una almohada, siendo agarrada por fortuna por el ruso — ¡¿hace cuánto tiempo llevas observándome?! — preguntó mientras lo amenazaba de nuevo con el spray picante.
Rusia:— tranquilo, cariño —
USA:— a mí no me digas cariño — habló severamente — ¡¡ni siquiera somos algo!! — volvió a hablar mientras mantenía encerrado las ganas de matarlo por acosador.
Rusia:— yo hace unos momentos me había levantado — el americano lo veía seriamente, intentando intimidar al ruso — luego, te quise despertar pero te veías tan tierno durmiendo que te dejé dormir un poco más mientras te miraba — habló mientras se sonrojaba.
El americano se le estaba acabando la paciencia que casi se le aparece una vena en la frente. Ya tenía en mente un plan de como perfectamente lo podría castrar con sus propias manos.
USA:— eres un raro — habló mientras se cubría con su manta y se levantaba — me voy — dicho esto, se fue a las escaleras para ir a desayunar, arrastrando la manta mientras era seguido por el ruso.
Rusia:— USA, se me olvidó decirte algo — al intentar hablar con él, su Omega ya había parado su andar al ver que en la mesa había unos hotcakes con Maple que encima tenía arándanos y frambuesas, acompañado con un vaso de naranja.
USA:— ya entiendo porque no querías irte — habló mientras se sentaba y empezaba a comer — te dejaré quedar si tú me haces estos hotcakes por siempre — esto hizo que el ruso se pusiera feliz.
Rusia:— si lo hago todos los días... — tomó suavemente una de las manos de USA — ¿Aceptarás ser mi Omega? — había brillo resplandeciente en sus ojos llenos de esperanza y vida.
El Omega lo pensó. Y si aceptaba? Podría ser una gran oportunidad para empezar a echar raíces. El sueño de todo Alfa hoy en día es tener una vida hermosa y maravillosa con su adorable Omega y tener cachorros. Durante toda su relación podrían haber obstáculos que serían difíciles de superar pero si ambos están juntos podrán lograr y poder ser felices por el resto de sus vidas.
Lo pensó, analizó, realizó y decidió todo dos veces y con una simple pero emocionante palabra pudo hacer saber al ruso su respuesta a su propuesta:
USA:— No — respondió secamente para después pinchar la mano del ruso con el tenedor para que lo suelte, haciendo que suelte un quejido y siguiera comiendo tranquilamente.
Rusia:— ¿Por qué? — preguntó desilucionado mientras hacía ojos de cachorro indefenso. El estadounidense lo miraba con desprecio.
USA:— no pienso tener hijos y punto final — habló mientras daba un último sorbo a su jugo de naranja, terminándolo — además, quién te dijo esa tontería de que soy tu Omega destinado? — habló burlonamente.
Rusia:— bueno... — comenzó a hablar tímidamente, siendo intimidado por la mirada seria del estadounidense — desde que eres niño, te enseñan de que cuando tu pareja destinada aparece, no te la muestra alguien sino que tú corazón te guía hasta encontrarla — al terminar de hablar, se exaltó en su asiento al sentir un golpe en la mesa seguida de una sonora carcajada que se podría escuchar desde la casa del vecino.
USA:— no jodas, Rusia — intentó hablar pero las carcajadas lo invadían — ¿"desde niños" dices? — preguntó incrédulo — ¿Que eres? ¿Un niño de papá? — seguía preguntando mientras estaba riéndose en la cara del ruso que se estaba desilucionando.
