Se que nadie me pregunto

Adiós A Lo Viejo, Hola Lo Nuevo

–Esto es una mierda... Enserio qué... Ya ni siquiera me gusta verlo a los ojos... Me da asco.

Hablaba para ella una chica de cabello corto y castaño, sentada en un tocador sostenía lo que parecía ser un muñeco, o mejor dicho, una marioneta.
Esta estaba hecha a mano y representaba a aquel personaje state qué tanto le había gustado diseñar hace un año, pero al día de hoy no soportaba verlo.
Hizo lo que pudo para deshacerse de esa molestia llamado Aloa.
Lo mando lejos, hizo qué lo secuestraran.
Incluso lo amenazó, pero esa marioneta siempre volvía.

No quería usar medidas tan violentas pero no le estaba dejando opción.
Parecía que con solo su existencia lastimara a la chica.
Suspiró levantando la cabeza, miraba el cuarto oscuro en el qué estaba. En el techo colgaban hilos azules qué sujetaban otras marionetas las cuales representaban los otros personajes qué ella había dado vida.

–Porque? Antes te quería, porque ahora me das asco?!...

La chica nombrada Melissa apretaba la marioneta con su mano intentando romper esta...

Pero nada ocurrió... En el fondo no quería destruirla, pero ya no lo quería a su lado.
Lanzó esta al tocador y choco con el espejo, no lo rompió, simplemente hizo un ruido sordo y cayo junto a los materiales que usaba para crear nuevas marionetas. Junto había a medio hacer la cual era su próxima creación.
Cabello azul claro, ojos qué emana an una profunda tristeza, colores fríos y tristes.
Al mirar su antigua creación junto con los materiales una idea paso por su cabeza.

–Ya se!! Creare a este personaje a base de Aloa. Qué lista eres Melissa!

Se felicitó la chica mientras se sentaba en una silla serca del tocador.
Tomo la marioneta del state y descosio su espalda. Empezó a sacar algo de relleno y lo que parecía ser esferas brillantes, las cuales metió a un pequeño frasco.

Estuvo horas trabajando pero por fin le dio forma a su nueva marioneta, miro el frasco con aquellas canicas y suspiro algo abatida. Esas esferas eran recuerdos, no quería que su nueva creación tuviera recuerdos así, pero también quería experimentar.
Modifico estos para que aquellos recuerdos fueran confusos, personajes sin rostro protagonizaban cada amargo recuerdo; sin más metió aquellas canicas a la marioneta para finalmente coserla.

Blueloa...
Ese será tu nombre.

D

ijo la chica mientras sujetaba al muñeco de sus manos. Unos hilos azules empezaron a envolverse sobre las muñecas de este los cuales conectaron con la mano de la chica.
Dichosa y orgullosa de lo que acababa de crear, empezó a dar vueltas por el cuarto mientras reía y tarareaba una canción poco conocida.

–Blueloa, Blueloa, eso es!! Espera... Y si te mando a funkin city? Eso sería interesante.

Decía Melissa mientras sonreía y sujetaba la marioneta ahora llamado Blueloa.

–Ugh, pero ahora... Debo deshacerme personalmente de Sinaloa... Y esto no será lindo.

Los hilos qué sé habían envuelto en el muñeco lo colgaron en el techo en el momento que su creadora lo lanzó.
Con un chasquido de dedos mostró la imagen del state en su espejo.
Estaba hecho bolita en el suelo mientras lloraba.
Ya no tenia solución, aun así ya no le molestaría si este dejaba este mundo.
Pero se negaba a dejarlo ir, aun tenía la duda.
"Qué tal si lo quiero volver a usar"
Lo pensaba como si su existencia solo fuera un teatro para ella. Un cuento el cual le daba náuseas volver a recordar.
En eso miro de reojo su laboratorio, ya sabía que haría con el, después de esto ya no tendría que volverlo a ver. Y si lo necesitaba una vez más solo lo reanimaria, tendría un nuevo Sinaloa cuando le diera la gana.