Náufrago

Recuerdos

Soy Danny Simmons y esta es mi historia, ¿Alguna vez te has preguntado como sería quedarte varado en medio del inmenso mar? ¿con poco alimento, con una inmensidad de agua que no puedes tomar? ¿ con un sol que te deja los ojos oscuros de día y unas tormentas que te hacen ver pasar toda tu vida en un instante por la noche? ¿con el temor de que un monstruo jamás descubierto en el océano te devore y nadie mas vuelva a saber de ti, y que nunca seas encontrado?

Es en parte lo que me pasó a mí, No me devoró un monstruo, pero, realmente no sé si mi mente quedó tan aturdida luego del suceso o solo sean alucinaciones de mi mente, pero puedo asegurar que hay misterios en el océano que las personas ni siquiera se imaginan.

Nunca se pasa por tu mente el hecho de que en una excursión de barco sea la ultima vez que diferencies la locura de la cordura, pasan tantas cosas que ya no sabes ni en que creer, quisiera que te adentres conmigo a saber el resto de esta historia,

marzo 25 de 1987...

Estábamos mi esposa Sarah y mi hijo único Rick, era el regalo perfecto de aniversario, cumplíamos nuestro 20 aniversario de casados, una excursión en un viaje privado hacia las islas Maldivas, ¿Qué mas hermoso que ir a la terraza de un barco y ver las estrellas en un cielo inmenso y despejado, solo con el ruido de las olas, ver aquellos peces que brillan en el océano y la luna en su máxima belleza?

todo parecía perfecto, recuerdo aun cuando Sarah me abrazaba y me decía lo felíz que era, que era el mejor regalo en toda su vida, miraba al pequeño Rick tan feliz, emocionado (nudo en la garganta) me decía que era el mejor padre del mundo, y que al llegar me subiría junto a él a una palmera de cocos, (risas) todo parecía tan hermoso.

Lastimosamente no todos los finales son felices, aunque todo parecía ir de maravilla, una pequeña falla en los motores del barco sería el inicio de la mas terrible historia en toda mi vida, -Todos tranquilos, se arreglará pronto, nadie se desespere, tengan paciencia- decía el capitán de la nave, todas las personas se quejaban del suceso, yo aun no entraba en desesperación, pero si que me sentía algo molesto, pues se suponía que el tan caro viaje seria perfecto, no pensé que alguna excursión de tal calibre tuviera lugar a fallas.

Lo único que tenia por hacer era ver una y otra vez mi agenda de viaje, todas las actividades que tenia planeado hacer con mi familia al llegar a destino, se escuchaban muchos murmullos en la tripulación, todos estábamos molestos y -¿Quien no lo estaría?- pensé.

-¿Porque no nos movemos papi?-me repetía una y otra vez mi hijo, sinceramente ya me tenia al borde de la locura con esa pregunta una y otra vez con esa voz chillante, -¡No sé!- le grité.

Pero sentí que no fuí comprensivo con él, un niño no sabe lo que ocurre, su mente solo piensa en jugar y ser feliz, así que lo abrasé y le expliqué que los motores del barco no funcionaban bien, pero que pronto nos iríamos, fue cuando cometí uno de mis mas grandes errores.

-Ya...Todo estará bien, te prometo que cuando lleguemos jugaremos en la playa y nos subiremos a las palmeras, ya que mencionaste es tu pequeño sueño hijo- le dije riéndome y pinchando con mi dedo su estomago provocándole cosquillas, nos reímos y fue un lindo momento, Sin embargo dije que fue un error, mas no lo entendía en el momento, Nunca debes prometer si no estas seguro que vas a cumplir esa promesa.

Así pasamos todo el día, varados y mar interminable en todas direcciones, estábamos en medio de la nada, el barco no tenia comunicación, la radio funcionaba también con el motor y no podíamos comunicarnos con nadie fuera del barco.

Fue entonces cuando empezó el infierno, es irónico que nos imaginemos el infierno siempre con fuego y lava, personas quemándose eternamente, no obstante nuestro infierno era de agua, algo impactó la parte baja del barco, algo totalmente inexplicable, en los libros por lo general hablan de tormentas que volcaban los barcos, en este caso el día estaba soleado, todas las personas corrimos a sostenernos de lo mas cercano que tuviéramos.

no se que golpeo aquel día el barco, y estoy seguro nunca lo sabré, fue entonces cuando escuchamos gritos desde la parte baja de la nave, personas corriendo desesperadas, -¡El agua...El agua, se mete al barco!- Gritaba una señora eufóricamente.

De pronto un ruido como de un silbato para perros, pero millones de veces mas fuerte, así lo sentí, todos en la nave quedamos atónitos, tapando lo mas fuerte que podíamos nuestros oídos, y fue cuando empezamos a notar que el barco poco a poco se iba hundiendo...

👀¡Hey! Lectores, espero les haya gustado el inicio de esta historia, soy un nuevo escritor a medio tiempo, y estaré pendiente a sus comentarios, estudio muchisimo, pero no es excusa para dejar de lado mi sueño como escritor, espero les guste y les deseo lo mejor🥰❤