Watashiwomite...

perfect boy

Naruto Uzumaki. Con fama de chico extrovertido y aunque era un gay perfectamente demostrable, aunque no afeminado, no le caía mal a nadie, o al menos no lo demostraban si es que lo hacía

Muy atractivo a simple vista, cabello rubio, ojos azules, piel acanelada y contextura delgada, altura era promedio. Calificaciones perfectas aunque muy travieso. Un chico muy social y agradable, amable y cariñoso...con frecuentes pero inmencionables, por respeto, rompimientos y fracasos amorosos. Aún así, un chico perfecto

Además, ¿Como no quererlo cerca? Si era incluso el mejor amigo y persona más cercana a Sasuke Uchiha, el modelo adolescente, perfecto y atractivo, frío e inteligente. Codiciado por todas las chicas, y algunos chicos. Ambos chicos son maravillosos y perfectos

—¿Estas en una relación ahora?— pregunto Kiba, compañero de clase

Naruto lo pensó, recordando la condición en su relación. Con un mal sabor, negó con su cabeza

—just now, not— dijo Naruto en inglés, aunque una frase muy simple y descifrable

—esto es un milagro— dijo el castaño riendo con diversión, recibiendo un regaño de asuma-sensei por interrumpir su clase. Esta vez, fue turno de Naruto de reír, suavemente para no recibir un regaño también

Todo esto, siendo observados por Neji, quien si, estaba celoso, había escuchado aquello y aunque había sido su condición fingir que eran amigos...no le agradaba, pero debía soportarlo

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—sasuke!— grito Naruto apareciendo repentinamente junto al mencionado

—¿mmmh?— miro a Naruto de reojo, esperando lo esperado, Naruto pediría ir a su casa para pasar el rato y saludar a itachi

—¿Te molesta si invado tu casa por hoy? Le avisaré a mis padres...— dijo con una ligera sonrisa, Sasuke asintió simplemente

Naruto chillo con emoción, tenía ganas de ver a itachi, luego de tanto tiempo, pues de llevaban bien

Caminaron durante un rato, entre charla y algunas risas. Eso, hasta que alguien interrumpió su camino

—Sasuke-kun!— nuevamente esa voz...

—¿Tu quién eres?— dijo Sasuke con fastidió. Recordaba la cara de la chica, más no su nombre

—soy Sakura, la de esta mañana!— dijo la pelirosa con las mejillas enrojecidas

—ah, si— dijo sin más. No le importaba —no fue un gustó verte de nuevo, me voy— continuó e hizo una seña con su cabeza hacia Naruto, indicando que siguieran caminando

—¿Quien es ella, Sasuke? ¿La conoces?— pregunto Naruto reacio a ignorar el tema. Sasuke retuvo un suspiro frustrado

—yo tampoco sé quién es, solo me la encontré esta mañana, quien por cierto provoco que me castigarán por llegar tarde a la escuela— dijo Sasuke con el ceño fruncido

—¿Debemos conocernos más, Sasuke-kun? Te amo!— interrumpió la pelirosa, Sasuke tan solo la miró asqueado, Naruto apretó sus puños inconscientemente

—disculpa, tenemos que irnos...— dijo Naruto con una sonrisa amable antes de tomar la mano de Sasuke e irse rapidamente, de nuevo, Sakura había sido dejada atrás

—algun día te conquistare, ya lo verás Sasuke-kun!— pensó Sakura con determinación. Igual, al fin había logrado convencer a sus padres de hacer lo que siempre deseó desde que conoció la existencia de un ser tan perfecto como Sasuke

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La puerta fue abierta, del otro lado la figura de un hombre se hizo presente. Itachi se sorprendió, emocionado, abrió completamente la puerta

—Naruto, tanto tiempo— dijo itachi recibiendo en brazos al pequeño rubio

—lo mismo digo!— dijo Naruto sonriente, Sasuke solo los miraba con una expresión seria

—¿Como has estado?— dijo el mayor, invitando a los menores a pasar a la sala

—muy bien...estoy una nueva relación— dijo el rubio sentándose en el sofá, itachi lo miro con una gota de sudor. Sasuke se sentó igualmente

—otra,— murmuró Sasuke con los brazos cruzados, claramente no estaba celoso...

—oh...ehem— itachi no sabía muy bien qué decir, pues sabía de los sentimientos de su hermano aunque este nunca se lo haya dicho. Se notaba o era instinto de hermano, cualquier cosa, igual lo sabía

Un silencio un poco incomodo se hizo presente

—¿Tienen hambre? Prepare bistec...— itachi corto aquel silencio con una propuesta tentadora. Los menores asintieron más animados de dejar atrás el tema anterior —menos mal— pensó itachi, una gota de sudor bajaba por su mejilla