Watashiwomite...

I shouldn't love you

Deidara fue dado de alta meses atrás. Aunque de todas formas visitaba todos los días a itachi en su hora de descando en el hospital. Deseando ser aceptado en algún momento por el mayor

Aunque lamentablemente siempre era ignorado sin importar que. Pero no sé rendiría

O bueno, sintió que su mundo se derrumbaba cuando supo que itachi tendría unas vacaciones, lejos del hospital, lejos de él

Busco todas las formas posibles para ubicarlo y lo logro, llegando a lo que en el presente acababa de ocurrir

Un profundo rechazo

Un desolado rubio con el corazón roto. Al parecer, ya eran dos

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—¿No es ese Neji Hyuga?— murmuró un chico con corte de tazon

—Oh mierda, lo es. ¿Por que va de la mano con ese tipo? ¿Son gays?— dijo un chica castaña con el ceño fruncido, ardiendo en celos

Naruto también se encontraba cerca. Naruto también estaba observando, ¿Ahora se revelaba? Neji le había dicho que no iba a dejar a la luz su relación por miedo a ser descubierto por su padre

Y ahora. Justo en frente de todos, caminaba a gusto de la mano con Shikamaru

No podía seguir viendo eso, por primera vez creía haber terminado una relación en buenos términos, pero le dolía

Se dio la vuelta dispuesto a irse, aunque su cabeza dio con un pecho ajeno

—¿Te encuentras bien?— pregunto Sasuke con preocupación, pues igual que todo el mundo, también había visto a Neji con su actual pareja

—lo...lo estoy— dijo Naruto forzando una sonrisa con ojos arqueados. Aquella sonrisa no le agrado al pelinegro

—ven— dijo al mismo tiempo que cogía la mano de Naruto y se lo llevaba al jardín de la escuela, no había nadie a los alrededores —quedemonos aquí por un rato, hasta que debamos ir a clase— dijo Sasuke con una pequeña sonrisa. Esta vez, Naruto sonrió sinceramente, asintiendo en respuesta

Se sentaron en la sombra bajo el árbol más grande de todos, en un silencio muy cómodo para ambos

No necesariamente necesitaban hablar para sentirse bien con el otro. El silencio también era hermoso

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Naruto se encontraba jugando con el pequeño Menma en la habitación de sasuke. Mientras tanto, Sasuke hacia su tarea, por una apuesta, finalmente el pelinegro debía darle copia de la tarea a Naruto

—¿Podrías no ser tan descarado? Ayúdame con la tarea, que también es para ti— dijo Sasuke fingiendo molestia. Naruto negó con diversión

—perdiste, ese era el trato...— dijo el rubio, antes de gritar asustado al sentir como Menma había mordido su mano, no muy fuerte, pero lo suficientemente para darle un buen susto repentinamente

—ya ves, el karma existe— dijo Sasuke de manera burlona

—meow— maullo Menma lamiendo su patita

Naruto miro a Sasuke con un puchero y luego su mirada se dirigió al pequeño felino

—no te pongas de su lado, Menma, recuerda quien te encontró y lo convenció de cuidarte— dijo Naruto cruzando sus brazos con indignación. El gato lo miro por unos segundos antes de ignorarlo olímpicamente e ir a acurrucarse en las piernas de su padre

Ok, eso había sido un golpe bajo

Sasuke no pudo evitar reírse por la cara del rubio. Era muy cómica

—no te burles, teme!— chillo Naruto lanzándole una almohada que hábilmente el pelinegro bloqueo con su brazo, para no lastimar a su hijo

—esta bien, está bien...— dijo Sasuke disimulando su risa

—idiota— murmuró Naruto desviando su mirada hacia la ventana, con sus brazos cruzados

Sintió un calor en su regazo, bajo su mirada y vio a Sasuke arrodillado frente a él, apoyando sus brazos en Su regazo

—si Menma no aprovecha este privilegio, lo haré yo— dijo Sasuke. Naruto se sonrojo furiosamente sintiendo su corazón acelerado

—meoow— y había funcionado, el pequeño felino había reaccionado, invadiendo con recelo el regazo del rubio y acomodándose bien para evitar que Sasuke robara su lugar

—...— ambos se quedaron en silencio. El único sonido eran los ronroneos de Menma

No tardaron en soltarse en carcajadas, eso era algo que no esperaban de cierta manera, ¿Menma se había puesto celoso?

—tranquilo hijo mío, hay lugar para ambos— dijo Sasuke, recibiendo una mirada feroz del gato —ok, es todo tuyo entonces...— se alejó con sus manos extendidas en señal de rendición, con una gota de sudor bajando por su mejilla