El invierno esta por terminar para As, excepto para una zona al norte que se mantiene cubierta de nieve todo el año, fría, desolada, cruel. En lugares así una taberna es el punto de encuentro para aquellos que buscan calor, aunque hoy se encuentra vacía de clientes, al menos por ahora. Delante de la chimenea que brindaba su calor y un poco de iluminación, una joven leía un viejo libro forrado en cuero negro, estaba acurrucada en un gran sillón de cuero, inmóvil, disfrutando su lectura aunque poco después se vería interrumpida por unos pasos frente a la puerta principal. La joven tomó una pluma y la uso para marcar la página del libro, dejo el libro de en la pequeña mesa, parecía prepararse para algo. Un hombre entró, cargaba un saco con distintas verduras, el robusto hombre, vestía un largo abrigo sobre una camisa, continuo caminando entre las mesas hasta pasar un mostrador y tiro el saco a sus pies.
-Eliza, ven por favor..--llamo el robusto hombre, la joven se paro del otro lado del mostrador y se mantuvo en silencio esperando--necesito que laves esto, yo iré fuera y me encargaré de la leña. Cuando termines baja las sillas de las mesas para cuando abramos.
-si padre...--Eliza espero a que su padre se fuera para rodear el mostrador, se enrollo las mangas por encima del codo, tomó el saco de verduras con ambas manos y lo arrastro con un poco de dificultad hasta un gran recipiente de madera junto a una puerta, y comenzó a lavar las verduras con la poca agua de su interior-- El agua está helada y no pude terminar de leer...--dijo mientras dejaba escapar un suspiro pero continuo--
Eliza se encontraba sentada de nuevo frente a la chimenea, continuaba su libro en silencio, inmutable, dejando escapar leves suspiros de ves en cuando. Detrás de ella, en una de las mesas, se encontraban dos hombres hablando con su padre y aunque hablasen con un tono bastante alto gracias al alcohol, a Eliza no parecía molestarle.
-oye Sirtra, que tienes para comer hoy?--pregunto uno de los hombres, su larga barba mojada con cerveza-- de tanto beber ya me dio hambre, tu que dices Oligre?
-yo estoy bien.--contesto sin mucho animo--aunque no me niego a otra cerveza
-lo siento Luk pero todavía no preparo nada--respondió el padre de Eliza--
-esta bien esperare--Luk bajo la cabeza mirando su jarra, escucho un suspiro y luego una silla sonó, al voltear pudo ver a Sirtra yendo detrás del mostrador--¿Qué haces?
-no tenias hambre?, además él quiere otra cerveza--respondió Sirtra mientras llenaba tres jaras, las dejo encima de la barra, los dos hombres se levantaron y se acercaron a la barra tomando asiento en unos taburetes-- Eliza!, ven.
La joven se levanto al escuchar que la llamaban, marco la pagina de su libro con la pluma y tomo rumbo a la cocina.
-que leías hoy niña--pregunto Oligre tomando un sorbo de su jarra, Eliza guardo silencio y tan solo dio la vuelta a la barra--
-dime padre...--pregunto la joven vestida con varias piezas de tela similares a vestidos y un delantal verde oscuro por encima--
-ayúdame aquí--dijo Sirtra mientras cortaba unas verduras--enciende el fuego y ponle agua al caldero....por favor.
-esta bien--respondió entre un suspiros mientras tomaba un balde y se dirigía a un barril. Metió el balde en su interior chocando contra algo en ves de hundirse en agua, miro dentro encontrando hielo--padre.. el agua se congelo--dijo sorprendida--
-como que se congelo--respondió Sirtra acercándose al barril, al mirar dentro pudo ver el agua congelada por la mitad--carajo!--Eliza lo miro sorprendida de lo que acababa de escuchar--bien, iré al rio
-yo puedo ir--dijo Eliza mirando a su padre a los ojos--además quiero caminar
-no!--respondió mientras buscaba su abrigo-- aunque el rio este cerca es demasiado peligroso para ti
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El Rey de la Ceniza
FantasyAños han pasado desde el fin de la Gran Guerra y gracias a los diez caballeros que mataron a los últimos dragones, Tairant le pertenece a los humanos. Ahora que la paz es segura buscan expandirse. Lejos en As, una joven hace levantar de su tumba a l...