Los prejuicios del amor

Capitulo 1

Aceptación
Es algo que inconcientemente, cómo seres humanos buscamos en algún momento de nuestras vidas.

Tanto en nuestro círculo familiar como en nuestras amistades, pero mientras tratamos de encajar con las demás personas y conseguir su aprobación cada vez nos volvemos menos auténticos, nos privamos de ciertas cosas, reprimimos nuestro verdadero ser solo para agradar a personas que no valen la pena, comenzamos a caer en un círculo vicioso, en el cual se entra sin darte cuenta.

Nos obligamos a qué nos gusten cosas que no son de nuestro agrado. Eso no es correcto.

Rodeate de personas que te hagan sentir cómodo, con las cuales no tengas que fingir otra personalidad que no es la tuya, personas que sean lo suficientemente inteligentes para entender un pensamiento diferente al suyo, de personas que te muestren cosas que no sabías que te gustaban pero que no te obliguen a qué te deje de gustar lo que ya estaba desde antes.

Rodeate de gente que te sume, no que te reste ni que te apague.

Recuerda esto, tu familia no está obligada a quererte, conocerte o protegerte, la familia solo es un accidente biológico, busca tu propia familia en personas que te respeten, te amen y sobre todo te cuiden, pero antes de eso asegúrate de tu, amarte lo suficiente y aceptarte, porque esa es la única aceptación que uno como ser humano debería buscar hasta conseguirla y la única que debe importarte, no la de terceras personas.

Cuando entendí eso y deje de depender de esa aceptación, logré mostrar mi yo verdadero y pude ser feliz.

~

—Buenos días familia!!!!
Casi grite mientras bajaba las escaleras

—Joder, nos dejaras sordas con esos alaridos de gallina resfriada, Derek.

—Oh mi queridísima Sunhee, tu siempre tan cariñosa conmigo.
Dije fingiendo emotividad en mi voz.

A lo que ella tal como una infante me enseñó la lengua descaradamente a la cual respondí haciendo otro gesto igual que ella

—Que maduros. — la voz de mi tía interrumpió nuestra absurda e infantil pelea de muecas.

—Hola Omma, buenos días.
Me acerque a ella y deposite un casto beso en su frente como de costumbre.

—Barbero.

—Calla Sunh, el hecho de que tú seas un tímpano de hielo con patas y que solo demuestres afecto cuando quieres algo no es mi problema.

—Oye Derek, voltea.

Una vez que lo hice, Sunhee me recibió con un pedazo de pan que callo directo a mi cara.

—Ya basta chicos, con la comida no se juega, y apurense a desayunar que se les hará tarde para llegar a la universidad.

Mi prima y yo asentimos, entre bromas y charla el desayuno transcurrió de manera agradable.

~

—Odio estadística sabes

—Lo se, me lo recuerdas todos los días, aunque me parece estúpido porque de ser así no hubieras elegido informática como carrera.