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Abrazo por detrás al vivo. Este sintió un escalofrío y se alejo algo confundido. Rió, sintiendo ternura por la confusión contraria.

— Ay dios. — susurró algo nervioso. Tocando su pecho.

Se alejo un poco de esa esquina en la que se encontraba. Acercándose a un cajón viejo que había podido sacar de los escombros del lugar. Ahí guardaba algunas cosas. Inspecciono en el suelo adentro del cajón, hasta encontrar un dulce.

El fantasma se acercó por detrás nuevamente, viendo con curiosidad el dulce en las manos contrarias.

— Espero te guste, Freddy barato. — se levantó del suelo, encaminándose al Freddy amarillento en el suelo.

Dejo el dulce en las piernas del pequeño oso de peluche.

— Bueno. — se alejo del peluche, yendo directo hacia las telas. — es hora de buscar comida.

Sin más, se fue cauteloso, dejando solo al pequeño fantasma que observo todo. Sintió un sentimiento cálido nuevamente en su pecho. ¿Le había regalado algo? ¿A el? ¿Enserio? Pues, si ese era el caso. Estaba a punto de llorar, hace mucho nadie le regalaba algo.

— E-Es t..tan i-insignificante...pe-pero me en-encanta. — sonrió, acercándose hacia su peluche.

Tomo el dulce y abrió la envoltura. El era un fantasma, no podría comer el dulce. Lo dejo nuevamente en el suelo, desenvuelto. Y sin más, con una sonrisa de oreja a oreja volvió a adentrarse en su peluche.

Tendría que esperar al otro niño, ya que no puede ir muy lejos al estar conectado con su peluche. Al menos, esperaría feliz.

Ahora que lo piensa, cree que ya está entendiendo esto de amor a primera vista.

El fantasma del amor. [C.C/Evan x Gregory]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora