Capítulo I

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El silencio del verano 

Brooke

—Creo que deberíamos dejarlo

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Creo que deberíamos dejarlo. 

Era el primer día de verano, y esas las primeras palabras que llegaron con él. Las que abrieron una pequeña grieta en mi corazón y las que en un primer momento, siendo una completa ilusa no fui capaz de asimilar. No quería creer que fueran ciertas, porque si lo eran me habían mentido. 

Todo el mundo me había jurado que el verano que me esperaba iba a ser el mejor de toda mi vida, el verano de la libertad y de la juventud, pero allí estaba yo, en el porche de mi casa con los ojos llenos de lágrimas viendo como mi novio me dejaba sin saber ni siquiera que se suponía que debía responderle. 

—¿Por qué? —fue lo único que conseguí pronunciar. —Pensaba que todo estaba bien, no entiendo nada. 

—No lo sé, yo tampoco entiendo porque estoy haciendo esto, solo sé que no puedo seguir así. 

—¿Así cómo?

—Encerrado. 

Encerrado

Aquello me dejó paralizada, nunca antes me había sentido tan patética ni tan rota como en ese momento. ¿Desde cuando se sentía así? ¿Por qué no me lo había dicho antes? ¿Por qué yo no me había dado cuenta?

¿Yo le hacía sentir así? 

—Creo que esta relación me queda grande, no estoy preparado para tener algo tan serio, ahora no. Sé que te quiero y no quiero que pienses que esto es culpa tuya ni que te he estado mintiendo durante todo este tiempo. Es solo que no puedo hacerlo. 

—¿Y has necesitado dos años para darte cuenta de que esto no es lo que querías? Estaba convencida de que lo que teníamos era algo serio, Liam, y que era algo que los dos queríamos. —Liam solo miraba al suelo mientras yo intentaba articular aquellas frases con la dignidad que sentía que se esfumaba de mi cuerpo, me hubiera gustado saber que pasaba por su cabeza, por qué era incapaz de mirarme a la cara y solo buscaba refugio en el movimiento de sus zapatillas. —¿Hay algo más? ¿Algo que no me estás contando? 

—¡No! Sabes que no te engañaría nunca, lo sabes y sabes que no me gusta que pienses eso de mí. 

A mí tampoco me gustaba pensar en ello, pero era la única explicación que encontraba, la única que no me confirmaba que durante todo ese tiempo él se había sentido encerrado a mi lado. No quería pensar en ello, pero mi cabeza iba más rápido que sus palabras al intentar darme una explicación. 

—Entonces, ¿qué ha cambiado? Hace dos días me jurabas que me querías y me hablabas sobre todas las cosas que nos esperaban este verano y ahora me estás dejando. ¿Qué quieres que piense? 

—No puedo más con todo esto. Joder, Brooke, lo siento. —se quedó en silencio unos segundos que para mí fueron eternos, como si estuviera buscando la razón por la que me pedía perdón. —Siento tener que hacer esto y siento tener que hacerlo así, pero todo esto me tiene agobiado porque no tengo ni idea de nada de lo que quiero. Me conoces, más que mucha gente y sabes que lo último que quiero es hacerte daño. 

Cruel SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora