zenitsu agatsuma, un joven de 18 años que fue condenado a prisión tras ser acusado del asesinado de dos personas con un arma de fuego, tendrá que aprender a lidiar con los reclutas de la cárcel que le harán pasar un verdadero infierno junto con el j...
Zenitsu: T-Tranquilo, duerme en la que quieras, y-yo no tengo problema de dormir está noche en el suelo-hizo una sonrisa como pudo mientras el miedo resbalaba por todo su cuerpo.
El azabache más grande lo miro con desprecio y asco, se dió la vuelta y se acostó en la que era la "cama de Zenitsu", genial aparte de ahora ser privado de su libertad no tendría una cama en la cual dormir esa noche ni en los próximos 35 años, ahora lo único que le quedaba comodo para descanzar era el frío suelo; sino fuera tan cobarde hubiera hecho algo al respecto contra aquel chico pero la verdad su figura era bastante imponente, además de la cicatriz en su cara que le decía que se la había ganado no haciendo precisamente algo bueno.
Sin reproche alguno se sento en el frío concreto a esperar tal vez que aquel azabache se apiadará de el y le sediera la cama vacia. Había durado allí sentado alrededor de una hora evitando así mirar por mucho tiempo aquellas camas, para así no tener que cruzar miradas con el azabache y que este tal vez lo golpeara por estarlo mirando, ya que por lo visto nunca le sederia ninguna de las dos camas.
Ya iban a ser las 12 del medio dia, su estómago empezó a gruñirle del hambre que se cargaba y se estaba arrepintiendo por no haber comido aquel trozo de pan que le habían dado como su desayuno en la mañana, antes de ir a la sala de juicio; Pero es que estaba tan viejo y duro además de tener un poco de moho que no pudo comerlo, intento llevárselo a la boca pero tanjiro lo detuvo en aquel entonces al decirle que ese pedazo de masa llevaba tal vez más de 4 días de haber Sido horneado, aún no entendía como inosuke pudo arrebatarselo de la mano y comérselo, y no tener consecuencia alguna en su cuerpo.
Y como si sus plegarias hubieran Sido escuchadas la puerta fue abierta y aquel azabache llorón de 2 metros apareció diciendo que es hora del almuerzo, el azabache de la cicatriz se levanto inmediatamente así empujando a zenitsu.
Genya: No estorbes pedazo de mierda, me muero de hambre y retrasas mi salida-dijo extendiendo sus manos para que las esposas fueran colacadas en sus muñecas.
El rubio se sintió bastante mal al escuchar las palabras de aquel azabache, sabía que era un estorbo ya que sus padres lo abandonaron cuando era un mocoso, pero al salir de la boca de ese azabache por alguna razón le llegó aún más al corazón, por qué en cierto modo le recordó a su hermano mayor kaigaku; y en como este siempre le decía que sus padres los habían abandonado por zenitsu haber nacido.
Pero gracias al gruñido de sus tripas hizo que esos pensamientos se dispersaran de su cabeza, si que tenía hambre y necesitaba comer en ese momento sino se empezaría a auto-digerir el mismo. Miro hacia la puerta esperando ver a aquel albino de ojos fucsia pero encambio vio a un azabache de ojos raros, tenía un ojo azul y otro color avellana; además de que tenía una especie de venda en la boca.
Iguro: Oye bastardo si no vienes en menos de un segundo para que te pongas las malditas esposas, no saldrás de aquí durante días y de lo único que te alimetaras será de los restos de comida que este bastardo cague-señalo a aquel chico de la cicatriz que le divirtió la idea.
El rubio fue corriendo hacia el inmediatamente tratando de no pensar en lo que le dijo ese azabache, por qué osino vomitaria del maldito asco, el rubio no se imagino que el tal iguro fuera así de desagradable y enojón, definitivamente preferiría a ese albino de ojos fucsia para que lo torturara.
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