Cariño, no sabes cuánto de odio | MewGulf |

"I ᒪOᐯE"

— Mew, vámos a mi casa — le dijo Gulf sonriéndole mientras tomaba de la mano de su perfecto novio.

— ¡¿Qué?!  — soltó Mew con brusquedad mirándolo sorprendido. — ¡¿Para qué?!

— Te quiero mostrar algo.

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~Mew~

Ni en mis más locos y retorcidos sueños creí que en tan solo un par de semanas encontraría a la persona que mas he llegado a amar en mi vida y que no quisiera perder, moriría si Gulf se va de mi lado. Amo, me encanta y disfruto pasar tiempo con él.

No imagine que llegaría el momento en que pensaría de esta forma, que dependería de una sola persona para ser feliz, pero me alegra que Gulf sea esa persona, amo y adoro a mi niño berrinchudo, enojón, infantil y travieso, porqué si, Kanawut es mío y solo mío, así será hasta que él decida dejarme.

— ¿No vienes? — me preguntó después de besar mi mejilla. El bajo primero de mi carro.

— Sí — lo mire serio, aún me es algo incómodo poder demostrarle mi amor, más si en frente de a mis amigos, pero cuando está con el idiota de Zee, me pego a Kana como chicle.

— ¡Sígueme! — gritó

— Si — conteste bajando del auto hasta llegar junto a él. — Ins... — me quedé embobado al ver la casa de Kana, pensé que sería más grande y lujosa, pero es todo lo contrario, es pequeña y sencilla, lo mejor es que esta cerca del mar, solo que algo lejos de la cuidad.

— Welcome. Do you like? — me preguntó emocionado dando brinquitos en su lugar.

— Oh, yes, yes, is beautiful — sonreí encantado al verlo muy emocionado.

— Thank you — me abrazó dándome un beso. — Siéntete afortunado, solo tu sabes dónde vivo, y es un secreto, así que cállate — me amenazó pellizcando mi nariz.

— Créeme que no tengo intención de decirle nadie, solo yo podre venir a visitarte

— Esa idea me gusta — asintió con la cabeza — Ven, vamos a mi habitación — se alejó de mí y me tomó de la mano para guiarme adentro.

Lo confieso, me siento muy nervioso y no sé por qué, tal vez sea porque estamos yendo a su habitación solos, no es como si en estás semanas de novios no hubiéramos estado solos, nos hubiéramos besado o uno que otro toque sin llegar a algo mas intimo. Tengo miedo, no quiero que pase algo más, aún no estoy listo, bueno si, pero no quiero que Gulf piense que vamos muy rápido o que solo lo quiero para un rato, en verdad quiero algo serio con él.

— Suppasit — me llamó tímidamente apenas entramos a su habitación, en un movimiento rápido, Gulf me aventó a su cama.

Mi corazón empezó a latir muy rápido, mi rostro se sonrojo.

— Ins... Inse... — comencé a tartamudear al mismo tiempo que intenté ponerme de pie, pero mi novio se puso encima de mi. — Yo.. Yo.. No...

— Shhh — puso un dedo en mis labios — No digas nada — me guiñó un ojo, para después alejarse de mi y darme la espalda. — Solo disfrútalo — se quito en abrigo que traía puesto de una manera lenta y sexy.

— In.. — tragué en seco

— Cariño, hazme un hijo.

— ¡¿Qué?! — exclamé, sentí mi alma abandonar mi cuerpo.

— Jajaja jajajaja es broma, es broma jajajaja — se dio la vuelta volviéndose a poner su abrigo. Me miro avergonzado. — Lo siento, lo siento

— Ah — solté un suspiro de alivió, la sangre me bajó hasta los pies, seguro estoy pálido.

—  Jajaja sorry, sorry, la verdad es que quiero darte algo — se pegó a una de las puertas, que me imagino que es su closet.

— Ah si, ¿Qué es? — pregunté tranquilizándome un poco, vaya que me ha dado el susto de mi vida.

— Cierra los ojos — me ordenó

— No, no lo hare —  sonríe divertido

— ¿Ah no lo harás? — sonrió de lado, tomo algo del piso sin quitarme la mirada de encima. — ¡Qué cierres los ojos! — me amenazó mostrándome un zapato.

— No te tengo miedo, insecto — lo rete, no lo creo capaz de aventarme ese zapato.

— ¡SUPPASIT! — me aventó el objeto. — ¿Seguro que no harás? — preguntó mostrándome el otro par.

— Okey, lo hare — dije cubriéndome los ojos con mis manos, a veces mi novio me da algo de miedo, pero así lo amo.

— No los abras o te ira como en feria, serás gato muerto — me advirtió antes entrar a su closet.

Amo lo violento que llega a ser. La habitación se quedó por unos minutos en silencio, lo único que lograba escuchar era el ruido del mar y las olas chocar, era un silencio tan tranquilo.

— ¡Ábrelos, ábrelos! — gritó Kanawut muy emocionado, sin hacerlo esperar, abrí mis ojos.

— ¿Por qué tanto mi...

No se si reír, llorar o morirme de ternura por lo que estoy viendo, Gulf me matará de ternura uno de estos días.

— ¿Te gusta?, lo he comprando espacialmente para ti — comenzó a modelar su tierna pijama de gatito, hasta bigotes se pintó.

— Oh, cariño, te vez tierno muy tierno — me levanté de la cama para poder abrazarlo.— Tan tierno que me dan ganas de comerte de lo dulce que eres

— Lo sé, es parte de mi encantó — me correspondió el abrazo unos segundos y de alejó de mí.— ¡Y también compre uno para ti!

— ¡NO! — grité alejándome más de él. Definitivamente tengo que poner mis límites, algo que jamás haría en mi vida, sería ponerme unos mamelucos para adulto en forma de animal, ni aunque me pagarán. — Cariño, te amo pero... — guarde silencio por las últimas palabras que dije, es la primera vez que le digo que lo amo.

— ¡También te amo insecto! — me volvió abrazar fuertemente. — ¡Te amo! — está vez me dio un beso rápido en los labios.

— O.. 

— Y por qué me amas, te pondrás esta pijama de panda, ¿De acuerdo?

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Si bien unas de las cosas que nunca jure hacer lo estoy haciendo, Gulf sabe bien como utilizar sus encantos y mi amor ante mi.

— ¡Insecto, no creo que sea buena idea! — grité desde el baño mirándome en el espejo, esta pijama de panda me molesta, me siento ridículo.

— ¡Cállate! ¡Sal ahora! — me ordenó

— No sabes cuánto te odio, cariño — solté haciendo muecas de enojo al mismo tiempo que salía del baño.

— Yo igual te odio.