Allison Narra:
Me siento un poco rara en este hospital, pensé que jamás vendría aquí otra vez. Todos me miran de manera extraña, quizás sea mi mente, ella es la que lo arruina todo.
Me propuse a caminar hasta mi habitación ya que no tendría nada más por hacer. Estaba teniendo una gran dificultad para respirar y unos raros dolores corporales que nunca tuve. Abrí la puerta suavemente para encontrarme con un hombre de cabello rizado y bata estaba sentado leyendo una libreta de las que usan los médicos en los hospitales.
-¿Quién te ha dicho qué te podrías ir a pasear por el hospital?- me pregunta éste levantándose del sillón.
-Solo...- le respondo antes de que me hablara.
-Solo nada, ¿no te das cuenta qué es muy arriesgado?- vuelve a preguntar.
-¿Qué cosa es arriesgado aquí?- le dijo sentándome en un sillón porque me incomodaba gente que nunca había visto.
-Tú salud. Dime, ¿te sientes mal?- pregunta por tercera vez el hombre de cabellera rubia.
-No.- le digo cortante para que se valla lo más antes posible.
-Deberías de sentirte mal, tienes fiebre.- dice tocando mi frente.
«Con su presencia si me siento mal» pensaba una y otra vez.
-Que yo sepa no es cosa de otro mundo.- respondo mirando su bata en busca de algún apellido o nombre de cómo se llamaría este hombre.
-En tú caso sí lo es.- él responde contradiciendo mis palabras.
-Mañana me iré.- le aviso.
-¿Con permiso de quién te irás?- pregunta. Estaba a punto de decirle algo más me prefería cerrar la boca antes de faltar el respeto a alguien me quería "ayudar"
-¿Qué tengo? ¿Por qué no me podré ir mañana?- vuelvo a insistir para irme lo más antes posible de este hospital.
-Tienes una enfermedad.- responde como si fuese de un asunto serio entonces solo me limito a contestar:
"¿Cuál?"
El hombre empieza a explicarme seriamente:
-Leucemia linfocítica aguda. Te causará muchas señales y síntomas diferentes. La mayoría de ellos se presenta en todos tipos de ALL, pero algunos son más comunes en ciertos subtipos. En otras palabras; Lo que sucede cuando las células leucémicas desplazan las células protectoras de sangre normales en la médula. Las pudimos manifestar en las pruebas de sangre que te hemos echo cuando estabas en coma.
No podía creer lo que me estaba diciendo.
-¿Sus síntomas cuáles son?- pregunté con un poco de miedo muy dentro de mi.
-Incluyen: sensación de cansancio, debilidad, mareo o aturdimiento, dificultad para respirar, fiebre, infecciones que no desaparecen o que recurren, sufrir moretones fácilmente, sangrado, como sangrado frecuente o grave en las encías o de la nariz. Esos solo son los de bajos recursos sanguíneos.- dice para respirar y seguir-Los más frecuentes serán los que te diré ahora, pero no son causados por la ALL, con más frecuencia son causados por otra infección que no es leucemia:Pérdida de peso, fiebre, sudores nocturnos, cansancio, pérdida del apetito.
En ese mismo momento no sabía si reír porque pensaba que era una maldita broma pesada o llorar porque estaba asustada.
Preferí decir:
-¿Hay cura o solo esperar hasta morir?
-Todavía no la hay. Solo hay esperanzas de un 21% de que la enfrentarás- dice destruyendo mi mundo.
-Nunca me fue bien con los porcentajes y creería que mucho menos este.- dije forzando una típica sonrisa.
-Eres negativa.- me dice en seco.
-Soy realista ¿acaso tiene este momento algo positivo?
-No mucho. Joshua se puso muy mal cuando lo supo.-
-¿Quién dijo qué me importaba él?-
-Eres demasiado egoísta. Él estuvo todos los días aquí visitándote con la esperanza de que despertaras.
-¿Has oído de la culpa? Bueno, culpa es lo que sintió al chocar y pues aquí estoy con un puto cáncer con el cual sufriré y luego moriré. Imposible es ser solo el maldito porcentaje del cual vivir. Tengo más posibilidades de morir que de vivir. ¿No te parece?- me sentí como me debería de sentir; furiosa y realista.
-Si tuvieras fe en ti, alguna pequeña esperanza habría.
-¿Esperanza, eso es lo que le dice a todos sus pacientes? Los ilusiona y luego los deja morir lentamente con la ilusión de que algún día se curarían.- le respondo si sentir ya casi nada.
-Sacando tema; tus padres vinieron de Miami a verte, les dijimos que tenías leu...-
-Cállese, no lo diga.- dije agarrándome de la cabeza apunto de llorar.
El doctor se fue. Me quedé en el sillón mirando hacia el techo, me sentía una mierda; ¿por qué siempre todo sucedía mal? ¿Nunca haría algo bien?
Allí fue cuando me puse a pensar y supe que: jamás viviría lo que restaba de mi vida, que podría morir ahora o quizá luego, nunca cambiaría mi parecer ni menos sería buena persona. Quizás nunca me graduaría, no tendría esperanzas para vivir, nunca sería feliz nuevamente.
Siempre sería yo, la chica rara e invisible de toda la secundaria. Odiaba mi vida.
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NOTA DE LA AUTORA.
1) Quise que Allison tenga Leucemia para nombrar a aquellos jóvenes o ancianos que hayan padecido o siguen con esta enfermedad. Luchen por su vida.
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▷Los quiere Lara Britos.◁
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Luchando contra él ©
Teen FictionAllison una adolescente de dieciséis años, común en Nueva York. Lo que no es común, son sus problemas. Vivía en una burbuja sobre protectora llamada Matthew, su hermano, quién la cuidaba a todo momento como sus padres nunca hicieron. Menos un único...