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____ Zalme

Una vez todos afuera del departamento de Beverly, emprendimos camino en nuestras bicicletas. Por mi parte, iba replanteándome si era buena idea seguir en Derry.

—No me encanta ser su portero privado —se quejó Richie sacándome de mis pensamientos—. ¿Podrían tardar más?

—Cierra la boca, Richie —le respondió Eddie.

—Sí, ya cállate, Richie —apoyó Stan.

—Yo no fui el que limpió el baño imaginando que ese lavabo pasó por la vagina de la mamá de Eddie en halloween —se defendió.

—Rich, ya córtale a tu drama —le dije.

—No lo imaginó —habló Bill—. Y-Yo también vi algo.

—¿Viste sangre? —preguntó Stanley.

—Sangre no —respondió Bill—. Vi a G-Georgie. Se veía muy real, era tan parecido pero con este...

—Payaso —completó Eddie—. Yo también lo vi.

Bill dirigió su mirada a Ben y este asintió dando a entender que él también lo había visto. Luego vio a Stan y repitió su acción.

Finalmente dirigió su mirada a mí y yo dudé en decir algo o hacer algo.

Suspiré.

—Lo he visto al menos tres veces —respondí.

—¿Sólo los vírgenes ven esa cosa? —dijo Richie—. ¿Por eso no lo he encontrado?

De pronto se escucharon voces a lo lejos. Había un auto estacionado y una bicicleta tirada.

Mike.

—¿No es el niño que estudia en su casa? —preguntó Bill.

—Sí —respondió Eddie—, es la bici de Mike.

—¿Lo ayudamos? —preguntó Beverly.

—Eso no se pregunta —respondí yo. Todos dejamos caer nuestras bicicletas a excepción de Stan, quien la acomodó como era debido.

Nos dirigimos a donde estaba Mike.

—¿E-Está todo bien? —me susurró Bill.

—No —respondí en un susurro—. Deben estar golpeando al pobre Mike.

—Me r-refiero a ti. El payaso se te ha a-aparecido más veces que a n-nosotros —explicó Bill—. Debe de haber una razón.

—La hay —contesté—. Pero justo ahora debemos ayudar a Mike.

Dije para evitar cualquier otra pregunta.

No podía dejar que descubrieran todo.

No era momento.

Llegamos a donde estaban lastimando a Mike.

—¿Qué hacemos? —preguntó nervioso Eddie.

—No podemos acercarnos —dijo Stan.

Desvié mi mirada hacia el mismo punto donde Mike tenía la suya.

Estaba Pennywise devorando un brazo.

—¿Quién de aquí tiene buena puntería? —pregunté levantando una piedra.

—Puedo hacerlo —dijo Beverly.

Perfect Reality? ×Bill Denbrough×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora