69. Es que acaso vas a matarme?

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"Nuestra madre, volvía hacia nosotros su rostro amenazante. Nos demostraba sencillamente que, aunque nos permitía asignarle leyes y someter sus poderes aparentes, ella moviendo apenas un dedo, podía hacernos temblar.

Así pues, la muerte no nos separa, la muerte nos une, es la vida misma la que nos separa.

Ten cuidado; pues no conozco el miedo decía, y soy, por tanto, poderosa. Tan poderosa como el león que domina su territorio, por algo es llamado el rey de la selva.

Aprende pues de los leones y no de las ovejas."

Narrador:

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Narrador:

Esmehan sonreía mientras se despedía de su madre y su tía, estaba feliz porque su madre se encontraba a salvo. La agradecía a Allah que Mehmed le hubiera brindado su perdón. No sabía que sería de ella sin su madre.

- Sultana, ahora que volvamos podrá continuar con su boda - menciona su criada de confianza-

Esmehan asiente y sonríe. Aunque una parte de ella no deseaba casarse con Hüseyn Bajá, sabía que era lo correcto. Incluso más ahora que su madre no recibiría dinero del imperio. Le había prometido que en cuanto se casará, nada le haría falta y pensaba cumplirlo.

El carruaje se detuvo abruptamente lo que provocó que ambas mujeres se sorprendieran.

- Qué sucede? - grito la criada para que alguno de los agas respondiera-

No obtuvo respuesta alguna. Se puso de pie y abrió despacio la puerta.

- iré a ver qué sucede Sultana, quédese aquí

Esmehan la vio bajar del carruaje y como hablaba con los agas. Después de unos momentos volvió a su lado.

- Qué sucede?

- Sultana, un árbol se ha caído y bloquea el paso

Esmehan bufó y se bajó del carruaje.

- Que esperan? Muevan el árbol ordenó-

- Sultana, debe volver al carruaje, podría ser una trampa - dijo uno de ellos-

Esmehan se dio la vuelta asustada cuando vio como una flecha le atravesaba el pecho al mismo aga que había hablado.

- Sultana! - grito su criada llegando a su lado-

Varios hombres los rodearon rápidamente y mataron a los guardias. Esmehan trato de correr pero uno de ellos la tomo del brazo lastimandola.

- Qué crees que haces! - grita- Sueltame! No me toques!

Molesto la arrastra de regreso a donde se encuentran el resto de hombres parados y la empuja cayendo al suelo. Estaba rodeada, no podía correr todos tenían su espada en la mano, si intentaba algo iban a matarla.

Şehzade Mehmed "El Hijo Predilecto"  - ×EDITANDO×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora