Destino del mundo al revés⚔️

Capítulo 9

Högni se pone al mando de su ejército.

El hijo bastardo de Odín, Heðinn, se atrevió a secuestrar a su hija y llevársela lejos de sus tierras a las islas del norte.

Él es imperdonable.

Llevo su espada más sanguinaria, hoy Dáinsleif disfrutará de la sangre de un sucio bastardo.

Sus tropas están a la entrada de la isla, él desenvaina su espada y sus guerreros tragan saliva ante el aura demoníaca que emana de la espada.

La batalla comenzará en breve, el ejército del príncipe bastardo está frente a él. Su rostro refleja su afán por rajar la carne del lado contrario y bañarse en su sangre.

Los enanos le advirtieron, la espada inconscientemente transmite su sed de sangre a su portador.

La orden de atacar estaba a solo unos minutos de distancia, pero se detiene en seco cuando ve a su hermosa hija Hildr frente a él pidiéndole que se detenga y ofreciéndole paz y un collar en nombre de Heðinn.

Oh, su hija se enamoró de su secuestrador.

Podría ser perdonado con unos cuantos tesoros a cambio de la mano de su hija pero el destino ya estaba escrito. Dainsleif había sido extraído y requería sangre.

Su mente seguía repitiendo una sola cosa.

Sangre

Sangre

Sangre

Lo que pudo haber terminado como una fiesta de bodas, terminó en una batalla sangrienta que nunca terminó. Su hija se mantuvo al margen del combate, desafió las reglas de Helheim y las revivió cada vez que caía un bando.

Cuando todo parecía haber terminado, Dainsleif terminaría dibujado y el ciclo de matanza se repetiría.

Si solo...

"Ah ah ah"

Se despertó con la respiración contenida.

Nunca pensó que vería tantas muertes solo analizando un arma. Ni siquiera comparar el fuego al que sobrevivió podría ser tan sangriento como la batalla de Heodenings. Incluso si eran las mismas personas que morían una y otra vez, eso no quitaba la sangre del combate.

El pelirrojo se giró hacia donde estaba el dios y luego respiró tranquilo al ver que no lo despertaba de su meditación. Siempre supo que su amo no dormía, lo único que hacía era mantener los ojos cerrados mientras permanecía quieto y podría haber engañado a cualquiera si no hablaba de sus ganas de tener sexo con una huldra o meterse en una orgía. .

Pensó que eran cosas de Dios, así que no pensó nada al respecto. No es que pudiera pensar ahora tampoco.

"¿Fou?"

La criatura blanca despertó tras el estallido nervioso del pelirrojo, se subió a su cabeza para poder ver mejor sus ojos.

"Lo sé Fou, esta es la cuarta vez que esto sucede" El pelirrojo le habló suavemente al animal en su cabeza para evitar despertar a su amo.

"Fou, fou" Fou hizo lo mismo y chilló en el mismo tono.

"Incluso si no te entiendo, reconocería ese chillido como un regaño de por qué no le digo al maestro ¿Verdad?"

"¡Fu!"

Shirou agarró con cuidado a Fou de su cuerpo y lo colocó frente al "No quiero molestarte con tonterías, manejé mis sueños antes y los superé, solo tengo que hacer lo mismo aquí".