capítulo uno: buenos días.

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Ese día me desperté pensando que sería como cualquier otro día, qué equivocado estaba.

Mi alarma sonó, haciéndome saber que era hora de levantarme para irme a la escuela al estilo de Baby de Astro, una alarma que no he cambiado desde que esa canción salió. Me había quedado despierto leyendo webtoons hasta tarde, ¿qué esperaban que hiciera cuando Dark Moon: The Blood Altar había sido actualizado después de casi seis meses? Lo cierto es que mi cuerpo pedía a gritos cinco minutos mas, pero no podía concederme ese deseo.

Si me despertaba a esta hora, saldría listo justo a tiempo para ver a Heeseung irse en su bicicleta antes de que Sunoo y Niki pasaran por mi.

Me lavé la cara y me cepillé los dientes, usando mi banda para cabello de Doraemon para que nada estorbara mi cara. Me arreglé un poco y me puse mi uniforme, saliendo de mi habitación luego de hacer mi cama para encontrar a mamá y papá desayunando, haciéndome sonreír.

— Buenos días, Jungwonie —me saludó mamá, entregándome una bolsa de papel con mi almuerzo dentro para luego dejar un beso en mi cabeza—. Recuerda que hoy voy a salir más tarde a un evento con tu padre, puedes comprar una pizza o invitar a tus amigos, si quieres.

— Sólo no incendies la casa, ¿okay, campeón?— me dijo papá, haciéndome reír mientras se despedía de mí.

— No lo haré, ¡los amo!— les dije antes de salir corriendo, sonriéndoles mientras cerraba la puerta.

Tenía exactamente cinco minutos para llegar al frente de mi edificio y poder ver a Heeseung, pues eso era lo que el elevador tardaba en bajar desde el penthouse, donde él vivía. Corrí escaleras abajo rápidamente, casi tirando mi almuerzo en tres distintas ocasiones —algo que me aseguraba que el topper que mamá me había preparado no necesitaría que lo agitara más. Justo a tiempo, llegué al frente para ver a Heeseung pasar frente a mí, su olor impregnándose en el ambiente y haciéndome suspirar. Solo Dios sabía cuánto me gustaba ese chico.

— ¡Tierra llamando a Jungwon, vamos a llegar tarde!— me gritó Sunoo, mientras Niki tocaba la bocina de su Tesla.

Bueno, Dios y mis amigos.

not my crush! | jaywon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora