Nota: Yo, no pude dormir. Me dio ansiedad y también, se me vino a la mente el título de este fic y me dije: A la mierda dormir, necesito plasmar este fic.
El asunto es lindo y romántico, como un día normal en el matrimonio de Nette y Lucas. Simple.
Ya llevaba un tiempo queriendo escribir algo así o esto.
...
Jeannette siempre supo que Lucas era una persona atractiva, que con sólo mirarlo un poco captaba tu atención, luego de convivir un poco más con él, conocerlo un poco más y finalmente, contraer nupcias con él (algo que nunca esperó hacer, siendo honesta). Había tomado casi como un hábito, el observarlo.
Contemplarlo como algunas veces contempló la inmensidad del mar en noches estrelladas junto a su padre en ocasiones. El mirarlo, ya sea de manera furtiva o de cerca, se había vuelto algo de su día a día.
Recorrer con la mirada la forma fina de su nariz, la intensidad de su mirada de sangre que a veces juraba podía ver la oscuridad en ella, el brillo de su largo cabello azabache como si fuese un cielo nocturno y ese lunar bajo el ojo que, cuando se daba la oportunidad, le gustaba capturarlo en un beso.
No es que ella tuviese una fijación por su lunar, era simplemente que al observarlo, sentía la terrible tentación de besarlo. Casi como si ese lunar la estuviese incitando a hacerlo.
Y para su sorpresa, ese no era el único lunar que el milenario mago poseía. Eso fue algo que descubrió un día, cuando Lucas tenía la camisa de manga larga blanca desalineada, dejando al descubierto parte de su hombro. En donde vislumbró otro punto como el que tenía bajo el ojo.
Realmente no pensó mucho y solamente se dejó llevar, sosteniendo suavemente parte de su camisa –tanto para hacerse notar, como para no perder de vista ese lunar recién descubierto– para posteriormente, depositar un pequeño beso sobre ese punto. Obteniendo en respuesta un sobresalto, y una cara entre sorprendida y ruborizada junto a cuestionamientos sobre lo que acababa de hacer.
De haber sido esos viejos tiempos donde Lucas le daba miedo y la detestaba, tal vez nunca habría hecho lo que hizo y tal vez, él hubiese reaccionado de la peor forma posible. En cambio, en ese momento, sólo soltó una pequeña risa traviesa y le aseguró que no había hecho nada malo.
Al final, Jeannette llamó estrellas a cada uno de los lunares que fue encontrando en el cuerpo del mago. (Una forma cursi de llamar a los lunares). Teniendo más lugares donde besar para atraparlos por un breve instante y contarlos de paso.
Lucas nunca se imaginó que Jeannette viera sus lunares como algo lindo para apreciar, pero no iba admitir –ni para sí, ni para ella– que le gustaba cuando lo hacía.
Acostumbrándose lentamente a este nuevo tipo de atenciones, demandando cuando su quimerita no lo hacía.
– Hey.
Jeannette detuvo sus pasos, camino a ver a su prima a su oficina para pasar el rato con ella, volteando a ver a Lucas con ligera curiosidad ante su mirada fija, levemente molesta. Sonrió confundida por un momento, ladeando la cabeza.
– ¿Sí, Lucas?
– ¿No te estás olvidando de algo? – señaló el lunar bajo su ojo, frunciendo ligeramente el ceño ante su olvido. Jeannette abrió brevemente la boca antes de sonreír divertida y acercarse un poco más a él.
– Lo siento, cariño – cuando él acercó su rostro, inmediatamente besó ese punto bajo su ojo, separándose una vez finalizada su acción. Recibiendo para su sorpresa un beso devuelta en su frente, haciendo que sus mejillas tomaran un color carmín como la mirada satisfecha que le estaba dedicando su esposo.
– No tardes.
Fueron sus últimas palabras de despedida antes de desaparecer en un chasquido, dejándola parada a mitad del pasillo, ruborizada y sorprendida ante su gesto.
-Traumada Taisho
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Donde pueda contar las estrellas [Lucas/Jeannette]
Fanfiction[Viñeta/Semi-AU/Post-canon] No es que ella tuviese una fijación por su lunar, era simplemente que al observarlo, sentía la terrible tentación de besarlo. Casi como si ese lunar la estuviese incitando a hacerlo.