Capítulo 2

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Cuando por fin nos mudamos a Luxemburgo nos dedicamos los primeros dos días a instalarnos por completo y las siguientes dos semanas a conocer muchos lugares, visitamos la Catedral de Santa Maria de luxemburgo, el Palacio Gran Ducal, el Museo Nacional De Historia y Arte, el río Petrusse y por ultimo fuimos a Fort Thüngen. Tuvimos la oportunidad de estar en lugares hermosos, ame el clima y desde que llegamos me enamore de ese lugar, era muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, en especial con los idiomas, en Canadá usualmente hablábamos solo inglés y en pocas ocasiones francés, pero en luxenburgo era mas que confuso, no sabíamos si hablar alemán, francés, inglés, o peor aun luxemburgués, ya que ninguno de los tres hablaba ese idioma.

Sabíamos hablar muchos idiomas muy bien gracias a nuestra excesiva educación pero nada te prepara para adivinar en que idioma te hablaran las personas de un país en el que se hablan tres o mas idiomas.

Siempre nos gusto viajar cuando estábamos de vacaciones pero ninguno de nosotros había ido a Luxenburgo antes, esa vez disfrutamos aun mas porque no teniamos la obligación de volver a nuestras casas, aun así sabíamos que pronto teníamos que inscribirnos en la universidad de luxemburgo, no teníamos muchas opciones ya que esa es la única universidad que hay en el país. Por eso la mayoría de jóvenes de luxemburgo prefieren estudiar en el extranjero.

Conocimos a muchas personas en nuestra pequeña travesía por todo el país, hicimos muchos nuevos amigos, incluso conocimos a un chico llamado Damon que también iría a la misma universidad que nosotros tres.

Después de nuestro pequeño recorrido volvimos a nuestros departamentos en walferdange, los tres vivíamos en el mismo edificio así que nos la pasamos juntos el resto del tiempo.

Ya habían pasado tres semanas y me sentia mejor que nunca, alejarme de esa "sociedad" a la que pertenecia era lo mejor que me había pasado, no tenia que soportar la presión de nadie, ya no tenia que comportarme solo para mantener la buena reputación de mis padres, en mi nuevo mundo nadie me conocia, ya no tenia que ir caminando por las calles y temer ser fotografiada por nadie, ya no tenia que soportar las criticas despiadadas de como me vestía, especialmente por ser la hija de una diseñadora de moda. Era una persona casi normal y estaba feliz con eso, y estoy segura que también Colin y Harry pensaban lo mismo.

Se acercaba el final de las vacaciones así que teníamos que ir a la "Universidad De Luxenburgo" a inscribir materias y todo eso.

★★★

Un lunes por la mañana Colin y Harry fueron de compras al supermercado, jamás en nuestras vidas habíamos tenido que hacer eso, ya que en nuestras casas hacían todo por nosotros. Querian que fuera con ellos pero no tenia energías para hacer nada.

Necesitaba pensar algunas cosas así que decidi salir a caminar, me puse unos jeans ajustados, una blusa negra muy elegante pero casual al mismo tiempo y también me quedaba ajustada, deje suelto mi cabello, me puse una zapatillas negras y una elegante chaqueta roja que me llegaba asta las rodillas, mi favorita.

Nuestros departamentos estaban ubicados en un sector muy lindo, todo la calle tenia enormes arboles en la orilla, estaban inclinados hacia el centro así que cuando caminaba en esa calle parecía un enorme arco verde alrededor de mi.

Hacia mucho viento y parecía que iba a empezar a llover. No me importaba si me mojaba así que seguí caminado como si nada.

Me pare frente a una hermosa iglesia antigua y con una arquitectura impresionante. Me senté en una banca frente a la iglesia y llevaba conmigo un libro así que me acomode y empecé a leer tranquilamente.

Si algo apreciaba de walferdange, es que es un lugar lleno de paz y tranquilidad, a comparación de Vancouver estando en ese nuevo lugar me sentía como en el cielo. Nunca podre describir la felicidad que viví durante todo ese tiempo.

Cuando estaba a punto de levantarme para regresar a mi departamento vi a un apuesto hombre fotografiando la iglesia desde el otro lado de la calle, eso significaba que también me había fotografiado a mi y no me había dado cuenta. Cuando notó que yo lo observaba con un poco de desconcierto en mi rostro, bajo su cámara y me miro con una pequeña sonrisa.

Empezó a cruzar la calle y se dirigía hacia mi...

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