prólogo

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Esta es una sala lujosa—Penso si emoción—¿Así es el infierno? Que peculiar, yo que creí que seria un lugar con olor azufre, llamas por todo al rededor, personas quemándose.

Entonces ese hombre cuatro ojos con un porte digno de un nerd, ¿es el diablo? Creí que seria más horrible, con grandes cuernos.

—Joven Mael Alaya, nos disculpamos por nuestro abrupto comportamiento. Pero encerio tenemos que hablar con usted.

Este no es el infierno el diablo no se comportaría tan amable con una alma pecadora como la mía. Si no es infierno. ¿dónde estoy? No otra vez, creí que al fin podría descansar.

Esa persona que se refleja en ese gran espejo es mi nuevo yo, si antes era lindo, ahora soy toda una belleza. cabello negro azulado, cejas retas, pestañas largas. Una mirada hipnotizante color lila, de bajo del ojo izquierdo puedes ver un pequeño lunar muy hermoso.

¿En esta vida seré rico? Puedo oler una fragancia amarga de yerbabuena. ¿Que mundo es esté?

—¿Sobre qué?—Cruzo sus piernas, acomodo una mano en su rodilla, con la otra sostuvo su mejilla izquierda.

Tengo una voz sexi ¡¿Huh?! Los recuerdos están llegando, ¡Maldita sea! duele mucho más que morir.

Aún con ese dolor insoportable su semblante que no le importa nada no se borra de ese bello rostro, su piel de terciopelo se ve tan suave. Su mirada color lila observa a la persona de lentes con montura negra.

—Sobre el trató que le ofrecimos aproximadamente hace una semana—Su sonrisa se volvía rígida.

—Soy muy malo recordado cosas, ¿puede volver a repetirlo?—Joder, estos recuerdos no dejan de llegar. ¿Por qué no fue así en mis anteriores vidas? Así no lo hubiera perdido todo.

Este punk se hace el importante no ve que es un favor el que le están haciendo y todavía se comporta de una manera arrogante.

El guardespaldas detrás del nerd veía a Mael con una mirada de desagradó.

—Nuestro maestro Karl Quinn, esta dispuesto a dárle 200 millones de dólares más una generosa cantidad a su madre y hermano menor, si accede a casarse con el por tan solo un año—Acomodo sus lentes.

¿200 millones de dólares? Si me están ofreciendo eso es porque soy pobre ¿Verdad? Otra vez nací en la maldita pobreza, vaya suerte la mía. Por lo menos no soy un vagabundo, no huelo feo. Aún me siento asqueado de esa vida cuando fui uno.

—Si no está de acuerdo podemos...

—¿Dónde firmó?—Joder, mi sueño más loco se hizo realidad, no voy a darle vueltas al asunto, he hecho cosas peores, casarme por un año será como dar un paseo por un jardín de flores.

—¿Perdón?

—Que a donde firmó, ¿Esta sordo?

—No, solo me sorprendió. Anteriormente dijo que no, que no se vendería como mercancía.

—Ese día no me estaba muriendo de hambre, hoy si. Así que deja de darle vuelta al asunto y terminemos esto—No me haré el digno como el anterior Mael.

Mi dignidad no importa cuando no tengo ni que comer, en esta vida no tendré que hacer cosas desagradables para poder comer, no voy a desperdiciar una oportunidad así.

Esta es la primera vez donde haré dinero fácil y la única vida donde tengo un buen cuerpo sin ninguna enfermedad o cicatrices.

El de anteojos toco su oído al parecer alguien le estaba hablando por medio de un audífono.

—Entonces puede leer el contrató y firmarlo, cinco días después se celebrará la ceremonia.

Mael leyó muy detenidamente el contrato, donde constaba que recibiría la mitad del dinero cuando se casaran, la otra mitad al finalizar dicho acuerdo de un año. Dormirán en la misma cama pero no habrá contacto sexual.

Sus condiciones son excelentes según los recuerdos de este cuerpo, ese tal Karl Quinn es un hombre de 28 años. Da lo mismo si es un anciano de 40, después de todo mentalmente soy muy mayor.

—Estoy de acuerdo con todo así que darme una pluma.

—Solo hay otra condición que mi maestro agregará al contrató después.

—¿Qué condición?—Preguntó—¡No querrá disminuir la cantidad de dinero! Porque me rehúso a firmarlo por menos que eso—No me caso con el, me caso con el dinero.

—¡No, nada de eso!—Suspirar, ¿cómo es que ese joven orgulloso se volvió así? Es mucho más difícil de tratar.

—¿Entonces?—Arqueo su bella ceja.

—Mi maestro me dijo que no vaya esperar amor porque no lo tendrá—Hablo con un poco de pena.

—¿Amor, eh?—Su expresión se volvió fría—No necesito algo como eso, Eso es inútil, si quisiera amor no estaría firmando este contrato y si alguien quisiera mi amor tendrá que pagar por ello—Para cumplir mis metas tengo que casarme y tener ese dinero—¿Solo era esa estupida condición?

Tanto el de lentes como el guardaespaldas, tienen la boca abierta de lo sorprendidos que están. Preguntándose ¿Dónde quedó ese joven con un orgullo de acero?

—Si, solo es eso.

—Pluma.

—Si, aquí está—Le entrego la pluma.

Mael firmó con una gran sonrisa, estaba imaginado que esta nadando en dinero.

—Este es mi número de cuenta, celular, llamar cuando ya este listo todo para la boda—Se puso de pie—Si eso esto me marchó—Tengo que acomodar todos estos recuerdos.

—Tiene que aprenderse esto—Le entrego un libreto—Antes de mañana ya que irá a conocer a su futuro suegro.

—Entiendo dare una buena función—Camino hacia ese guardaespaldas robusto, cabello marrón, ojos negros.

—¿Que necesita?

—¡Es mejor que dejes de estarme maldiciendo en tu asqueroso cerebro! Sin importar que te guste o no, seré tu señor, así que aprende a controlar tu expresión, Recuerden no me hacen un favor, yo les estoy haciendo uno.

Creés que no sé lo que estás pensando, conozco los de tu clase pequeño punk.

Mael se paró en frente de ese gran espejo, admiró su rostro y ese fornido cuerpo, varonil.

"Te gusta lo que vez" susurró con una sonrisa en sus labios.

—Conozco la salida, hasta luego—Salio del lugar.

Es obvió que note que me conservaban, ese gran espejo no estaba de adorno. Mi futuro esposo tiene fetiches raros.

Comprado el amor de mi Omega [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora