capitulo 26

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Mael junto a su bello gato Hades, observan la preciosa pulsera con piedras hermosas del mismo color que sus ojos. Bien valía unos cientos de dólares, esas piedras no eran cualquiera, eran diamantes. Más los quilates de oro, si la vendía podría comprarse una mansión.

Pero no podía, es el regalo por parte de Alden. Tenían el nombre de Mael grabado en ella, en el primer momento que la vio, le paso por la cabeza el venderlo, pero al final desistió de esa idea. Termino por ponérsela en la mano izquierda.

—¿Hermosa verdad?—Levanta a Hades—Ese promiscuo tiene buenos gustos—Hades solo maulló—Te lo presentaré unos días de estos—Vuelve a ponerlo en el suelo para seguir abriendo los regalos.

Cuando despertó esta mañana, Karl ya se había marchado, lo cual le dio lo mismo. Ese hombre tenía que trabajar para que, siga ganado mucho dinero y no perder la mitad que todavía le debe.

Después de desayunar con el anciano Iker y hablar sobre algunas cosas sin importancias, él subió a la sala donde están los regalos de su boda, le envío un mensaje a, Karl. De sí, podía abrirlos sin su presencia y este respondió que podía quedarse con todas las cosas de valor que encuentre.

Mael con la esperanza de encontrar mucho dinero, abrió los regalos de las personas con más estatus. Los obsequios eran desde una "pequeña casa de campo hasta una residencia en la playa" así de extravagante eran los obsequios.

Solo Alden y Donovan les obsequiaron algo más personal, Donovan personalizo dos piercing de pareja para que los usen, más dos Rolex con grabado.

El Omega solo le había gustado el piercing de un dragón enrollado en una espada, tenía la anchura, largo, y peso adecuado. Se lo puso para ver cómo le quedaba y le encantó el resultado, termino por dejárselo puesto.

—Estas cosas llamarán la atención.... pero que más da, con solo ser la esposa de, Karl Quinn. Ya es llamar la atención—Abre el último regalo.

Este era por parte de su familia, no era costoso, pero valía más que todos los demás. Era un cuatro donde sale él y su padre, es como estar viendo dos gotas de agua.

Con que este es mi padre, era atractivo. Heredé todos sus genes, creó que esta fue la última foto que fue tomada antes de morir. Murió joven, quizás tenía 40 años....

—Señor Quinn, ¿Necesita ayuda?—Pregunta Sebastián—¿O algo de beber?

—Puedes pasar—Alguien tiene que limpiar este desorden, yo no lo haré—¿Ya llegó la persona que será mi guardaespaldas?—Se levanta del piso.

—Sí, está en la sala esperándolo.

—Iré a conocerlo—Sostiene a Hades—Todas esas cosas llevarlas a la habitación.

—Como ordené.

Mael salió de la sala, camina por los pasillos hacia las escaleras. De pie como estatua está una señorita frente al sofá, su corto cabello rojo lo tiene bajo sus orejas, mirada marrón sin expresión. Era como estar viendo una marimachona, una muy atractiva porque sus músculos no era deforme, su complexión atlética y altura le sentaban bien.

—¿Tú eres?—Pedí un sexi guardaespaldas masculino, pero mi esposo me envió una señorita.

Obvió que no enviaría un hombre cuando le dijo abiertamente a, Karl. Que sería emocionante tener una aventura con un guardaespaldas, decir eso fue para que al alfa, se le enfriara la sangre.

—Naomi, señor—Hace una reverencia—A partir de este momento lo cuidaré, seré su sombra si es necesario—Podía verse ruda, pero su voz es todo lo contrario, es dulce.

Comprado el amor de mi Omega [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora