CAPITULO TRES - FINAL

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- ¿Puedo casarme contigo? –Preguntó confundido el castaño mirándolo sin evitar sonreír. - ¿De verdad?

-Nada me haría más feliz que te convirtieras en mi compañero de vida. –Respondió.

-Jamás imaginé poder conocer a un ángel y enamorarme de él.

-Tomaré tus palabras como un sí - concluyó, soltando una leve risa y dejando un pequeño beso en sus labios.

El híbrido se sonrojó ante las palabras dichas por su ángel, podía asegurar que era el ser más feliz en toda la faz de la tierra. El año que terminaba había sido el más duro en su vida, la sordera, la esperanza y la desilusión, pero estaba seguro de que este año nuevo sería probablemente el mejor que pudiera tener, la vida le estaba dando la felicidad anhelada junto a la persona de la que se había enamorado y no la pensaba desaprovechar.

Se olvidaron por completo de la cuenta regresiva para el año nuevo, percatándose de esto cuando los fuegos artificiales iluminaron con delicadeza las cortinas del departamento, sonriéndose el uno al otro antes de volver a besarse. Nada los podía hacer más felices, no tenían idea de cómo serían sus vidas a partir de ese momento o si algo en su entorno podría cambiar, pero sabían que valía por completo la pena intentarlo cuando se trataba el uno del otro.

A Baekhyun le gustaba abrazar a su amado en cualquier ocasión que pudiera, besándolo si era posible y dibujando con torpeza corazones en el cuerpo del contrario transmitiéndole su amor en cada acción. El híbrido se quedó pensando en que momento había dejado de tener miedo al tacto ajeno, tal vez sólo no podía rechazar nada que proviniera de la persona que ama. Disfrutaba del toque gentil que el pelirrojo le daba cuando solía abrazarlo, lo hacía sentirse seguro, como si pudiera transportarse a un sitio lleno de paz y tranquilidad.

El problema que tenía Chanyeol respecto a ocultar su aspecto bestial llegó a su fin cuando el bajito lo ayudó a controlar sus emociones, obteniendo a su vez un vínculo mayor donde se ayudaban mutuamente. Su primera cita fuera de casa no tardaría en llegar; un árcade, disfrutando de la compañía del otro mientras el pelirrojo se quedó sorprendido de lo hábil que resultó siendo su ahora novio y prometido en todos los juegos.

Por un momento el castaño sintió que la vida era diferente de lo que recordaba, no solo por el hecho de estar en un país distinto al que creció sino también porque se sentía más vivo que nunca, era feliz, aun con todas sus limitaciones en un mundo lleno de injusticias.

-El abogado pudo contactarse con nuestra familia. –Dijo el pelirrojo para seguido sentarse a su lado en la cama. –Nos dará más detalles por la mañana.

- ¿Dijiste "nuestra familia"?

-Pronto seremos esposos y tu familia también será la mía.

-Cuando haces cosas como estas no puedo evitar sentirme tan malditamente afortunado. –Anunció abrazándolo mientras que este no dejaba de acariciar sus orejas esponjadas de león.

El hibrido alejó con cuidado al pelirrojo quedando ambos de frente mientras el castaño comenzaba a acariciar con cuidado el rostro de su amado. –Te amo. –Susurró antes de besar sus labios.

El pelirrojo correspondió al beso profundizándolo volviendo a acariciar las orejas de su prometido dejándose envolver entre sus cálidos y fuertes brazos, el deseo se apoderó de ellos y desnudando sus cuerpos se entregaron al placer.

Desde ese entonces, el alto no quería separarse de su amado, siguiéndolo a todos lados y entristeciéndose cuando sabía que debía dejarlo ir solo a su trabajo. Chanyeol contactó a una mujer que le ayudara a planificar su boda, pues a pesar de desear ambos una boda pequeña y discreta, deseaban que todo saliera bien y olvidándose del estrés para disfrutar plenamente su día especial.

Atrapado en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora