Abigail.
Un nuevo juego comenzaba y me encontraba en los vestidores siendo maquillada por Jay, quien estaba más emocionado que nunca.
— Me encanta este nuevo uniforme. –Musitó el rubio mientras aplicaba un poco de brillo en mis pómulos. – las hará ver mucho más hermosa en la noche, se distinguirán a la perfección.
— Yo creo que siempre lo hacemos. –Bromeó Lily a su lado, quien estaba arreglando su máscara de pestañas. – la única diferencia es que ahora tendremos un poco más cubiertos los brazos.
Porque sí, efectivamente era lo único que había cambiado. Los colores eran los mismos, el corto de la falda era parecido, pero ahora usábamos una camiseta ajustada al cuerpo que tenía mangas hasta las muñecas, cubriéndonos así en estas frías noches del invierno que cada vez se acercaba más a la ciudad.
— Y así no moriremos de frío. –Carcajeé y sentí como las manos de mi amigo se apoderaban de mi mentón para dejar un poco de labial en mis labios, por lo que los junté para esparcirlo con facilidad. –
— Toda una ganancia para nosotras. –Sonrió la capitana, arrebatándole el labial a Jay para aplicar un poco más en sus labios. - ¿Están listos para hoy? –Preguntó con sus ojos estudiando nuestros rostros. – dicen que la fiesta será estupenda si logramos ganar.
— Aquí hay fiestas todas las semanas. –Me lamenté, sintiendo el cansancio que seguro sentía una abuela de ochenta años. – creo que mi hígado terminará sufriendo si sigo con este estilo de vida.
— El hígado está para sufrir, cariño. –Susurró Jay en mi oído y besó mi mejilla con dulzura. – yo disfrutaré esta noche incluso si perdemos, porque tengo una cita. -Confesó. –
— ¿El chico que conociste en la competencia? –Preguntó Lily y movió sus cejas con picardía, causando que el rostro del pobre chico se sonrojara un poco. –
— El mismo. –Confirmó el rubio y una sonrisa adornó su rostro. - conectamos de una manera en que no he conectado con nadie, así que no he sentido la necesidad de decir que no cuando sugiere que nos veamos.
— Y no deberías. –Musité y me acomodé en la silla, sintiendo que mi trasero estaba algo dormido tras tantos minutos sentada allí. – el único modo de saber si funcionará es pasando tiempo con él.
Jay asintió con su cabeza y soltó un suspiro nervioso, para proseguir con mi maquillaje y dejarme igual de preciosa que al resto de mis compañeras, pues últimamente él estaba siendo el encargado de maquillarnos a todas o al menos completar alguna parte del proceso, dejándonos a todas luminosas y radiantes para la gran noche.
Hoy no había mucho trabajo que hacer, era una rutina tan simple como la de los primeros juegos, tan solo teníamos un vestuario distinto y un montón de brillo para celebrar el quinto juego de la temporada.
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When I fall
Fantasy"La vita é bella" No, la vida no era bella. O al menos eso era lo que pensaba Abigail cada vez que se ponía a reflexionar sobre su existencia. Era difícil mantener una vida perfecta a los dieciocho años, pero lo era más para la pelirroja, incluso...