CAPÍTULO 11

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PERSPECTIVA DE FÉLIX

Durante varios minutos, el señor Craig se dedicó a explicarnos detalladamente el plan que había diseñado. Consistía en tres pasos principales, y a Cassie y a mí nos asignó el segundo: introducir un nuevo sospechoso.


INTRODUCIR UN NUEVO SOSPECHOSO

Nos dirigíamos en el coche hacia la residencia de los Marvel, ambos estábamos sumidos en nuestros pensamientos, armando estrategias y jugando escenarios en nuestras cabezas. Finalmente rompí el hielo.

-Magnífico día, ¿no crees? -dije, manteniendo mi vista pegada a la carretera, pero con un tono de voz calculado para levantar el ánimo.

-Oh, sí, es absolutamente hermoso -respondió Cassie, su voz destilando ese perpetuo optimismo que siempre me había desconcertado y fascinado al mismo tiempo.

Miré de reojo a Cassie. Tenía esa rara habilidad de mantener la serenidad y un semblante agradable incluso en las situaciones más tensas. Era como una chispa de luz en un cuarto oscuro; inapreciable hasta que te das cuenta de cuánto la necesitas.

-Dios mío, ¿ves eso? -exclamó Cassie de repente, con una nota de incredulidad en su voz.

Mi mirada siguió la suya hacia la edificación que se alzaba ante nosotros. Era una mansión palaciega que descansaba en lo alto de una colina suave. El diseño era imponente, con columnas corintias que le conferían una aura de grandeza regia. La fuente en el jardín frontal podría haber sido la envidia de cualquier aristócrata de época, y el paisaje circundante parecía más un parque botánico que un simple jardín residencial.

-Esto es lo que yo llamaría un 'castillo en la colina', -comenté, estacionando el coche con precisión en la entrada.

Una vez repasamos nuestro plan, salí del coche y me dirigí hacia la puerta principal. Un par de golpes firmes resonaron cuando golpeé con los nudillos.

-¿Sí? -dijo una voz femenina al abrir la puerta.

Inmediatamente supe que estaba frente a Agatha Hill, una figura clave que el señor Craig nos había descrito previamente. Aunque aparentaba ser más joven de lo que era, las sutiles líneas de su rostro decían otra historia.

-Buenos días -saludó Cassie, desplegando esa sonrisa cautivadora que podría derretir incluso el hielo más frío-. Somos amigos de William; tenemos una cita con él.

Wiliam era el más jóven de la casa Marvel. Habíamos decidido poner el foco en él como nuestro nuevo sospechoso. Como era el hijo menor de los señores Marvel pensamos que podríamos encontrar información relevante en su casa.

-Ah, el joven Marvel no está en casa en este momento, pero debería estar de vuelta en breve. Por favor, entren -dijo la señora Hill, abriéndonos la puerta con un gesto acogedor.

El interior de la casa era tan opulento como su fachada. Las escaleras en caracol daban un toque grandioso a la sala, que estaba decorada con retratos familiares y ornamentos que debían costar una pequeña fortuna.

-Disculpe, ¿sería tan amable de darme un vaso de agua? -pregunté a la señora Hill, ejecutando la primera fase de nuestro plan.

-Por supuesto, sígame, por favor -dijo ella, mientras me conducía hacia la cocina.

Mientras caminaba tras ella, pude ver por el rabillo del ojo cómo Cassie se deslizaba sigilosamente escaleras arriba. Todo estaba yendo según lo previsto. Mientras yo mantenía ocupada a la señora Hill, Cassie se encargaría de escudriñar la habitación de William en busca de cualquier evidencia que pudiera convertirlo en un sospechoso legítimo. Era un juego de ajedrez, y cada movimiento debía ser calculado al milímetro. Pero, como siempre, me encantaba el desafío.

DESACUERDOS Y DESEOS© (+18) LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora