Prólogo

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Parte 1

Pide algo, solo un deseo es necesario para mejorar esta vida o arruinar la de alguien más que tanto. Eso podrá cumplir cualquier retorcido deseo que muchos quieren lograr hacer realidad, incluso si es moralmente cuestionable y dependiendo con la fuerza que lo pidas será el que lo consiga al final.

En un mundo que pasó por mucho terror y sufrimiento para volvirse un lugar 「pacifico」 a base de sacrificios.

¿Es un buen lugar para estar orgullosos de vivir?

Día tras día las personas mueren y otros nacen siendo este último el que tiene más números que el primero, pero por cuánto tiempo esto seguirá igual o por lo menos podrá evitar la extinción si por año las personas pierden el interés por reproducirse.

Este mundo donde pasaron muchas cosas que fueron olvidadas a lo largo de la historia que cambiaron momento importantes está por llegar su inminente decadencia.

Un mundo donde la especie humana está llegando a su fin por su propio mano.

Parte 2

Era una noche como cualquier otra noche común y corriente.

Con la diferencia que el lugar en la que pasaron sucedido unas cosas, habían 4 cadáveres de jóvenes en el césped de la entrada de una casa de tres pisos que estaba casi en la ruina. Esos cadáveres tenían sobre ellos unos cuatro cristales en total que emitían una pequeña luz que flotaba sobre los cuerpos sin vida.

Las únicas que quedaban de pie eran solo dos pequeñas niñas muertas del miedo que estaba en medio de todo mirando hacía el frente.

Lo que miraban era lo que quedaba de esa casa que solo era sostenida por unas cuantas columnas desgastadas, en el centro de toda esa casa habiendo una especie de hombre con los ojos morados que brillaban como si en su cabeza hubiera una linterna de ese color.

- Díganme si esto es lo que buscaban.

El hombre hablo para ellas si estaban satisfechas con la conclusión de todo esto y si ahora están dispuestas a pagar su parte del trató.

Ninguna de las dos contesto a su pregunta al miedo de responder, y no saber si podían confiar en lo que hará después de recibir su parte como si se tratase de una trampa.

Los cristales poco a poco se iban desprendiendo de los cuerpos y se iban juntando lentamente como si tuvieran vida propia.

Ninguna de ellas tenía el valor aún de decir algo por el terror que tenían, sin embargó aún tenían algo que decir, algo que quería que se cumplirá sin importar las consecuencias, incluso si eso significaba tener que traicionarlo.

Esos rostros temerosos pasaron a una con determinación sin olvidar del miedo que aún tenía.

Sosteniendo sus temblorosas manos lo miraron de forma desafiante.

Los cuartos cristales se habían juntado sobre ellas y les daba una luz sobre las dos, esa luz era la confianza que necesitaban para todo lo que tenían que decir.

Extendiendo sus manos las cuales aún estaban libres, proyectaron dos cristales más las cuales se juntaron con los otros cuatro brindándoles más luz.

- ¿Así que van a renunciar a su posición?

El hombre se le oiga decepcionado por la decisión que estaban tomando, no esperaba que esas niñas decidirán desperdiciar tales cosas por el simple miedo que tenían en ese momento.

Ya no tenía caso seguir en ese lugar si ya no les servía de nada las dos infantes que solo hicieron que perdiera su tiempo.

- Y-yo quiero.

Mahou Shoujo + Magic KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora