Chapter 1: Antes de la Guerra

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Hola a todos, como he explicado antes, mañana tengo prueba de la Primera Guerra Mundial, y para estudiar, he decidido subir esto, me ayudo a mi y a mis compañeras (que si leen esto, sepan que las quiero <3) para estudiar un poquito y quizá entender un poco más. Ojo: Como la prueba es mañana, voy a hacer un pequeño maratón, donde voy a ir subiendo capítulos hasta TERMINAR la materia, deseadme suerte y disfruten.


Disclaimer: Hetalia no me pertenece, le pertenece a Hidekaz Himaruya


Let's Read


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Alemania, mirando por el balcón de su casa, suspiró rendido. No era fácil aceptar que era menos en comparación con otros países como Inglaterra, quien ya dominaba medio mundo. O contra el maldito de Francia, también se veía muy reducido a pesar de que ese franchute jamás tendría un ejército como el suyo, y sin embargo, tenía más del triple de colonias en África que él, quien con mucha suerte tenía un par, y era porque la suerte había querido que no se encontrara con Inglaterra en su proyecto de conquista. Bufó dejando la cerveza sobre el borde, pensando en qué hacer para poder obtener el respeto que se merecía ante el resto de Europa y el mundo, sin obtener demasiados resultados. Su jefe era un buen jefe, le había llevado al poderío que tenía en cuanto a su gran poder de batalla se refería, sin embargo, esta paz armada lo ponía de los nervios.

-Agh...-suspiró de nuevo, y sintió una risa detrás de él, su hermano-Preussen...

-¿Qué pasa, bruder? ¿Te has quedado pasmado ante mi asombrosidad?-se alabó a sí mismo y Alemania dejó entrever una sonrisa, sin dejar de fruncir el seño, pero si algo más relajado.-¿Pensando en qué hacer para tener más niñitos correteando?-Alemania gruñó por lo bajo, dejando que Prusia le dé un golpe en el hombro.

-No exactamente... es solo que...

-¿Te pone de los nervios esto de prepararse para pelear y permanecer en calma?-Alemania abrió los ojos como platos, su hermano había adivinado exactamente sus pensamientos sin siquiera haberle dado una pista de lo que pasaba por su cabeza, sonrió un poquito y asintió

-Ja-dio un largo sorbo a su cerveza y dejó que su sabor quedara unos momentos en su lengua antes de volver a hablar-No puedo esperar para que pase algo... y lo peor es que siento que viene pronto, y que será grande.

-Quizá tengas razón...-Prusia suspiró, pero luego palmeó la espalda de su hermano y le dedicó una gran sonrisota-¡Pero tú no te preocupes! ¡Tienes a tu awesome hermano mayor aquí para ayudarte!

Alemania rió un poco, no tenía muy en claro qué era ese extraño presentimiento, pero algo le decía que los próximos años serían muy movidos, y que debía prepararse, nunca se sabía cuando la persona con la que estrechabas la mano podía ser la misma que en un par de meses te apuntara con una pistola.

En otro escenario, podemos ver una sala en la cual Rusia se encuentra sentado a un lado de la mesa, sonriente mientras juega con unos cuadraditos, le encanta la forma en que los puede hacer encajar e ir "eliminando" líneas, quizá algún día se lo mostraría a alguien más para ver quién hacía una mayor puntuación. Mientras el ruso seguía muy ensimismado en su jueguito de cuadrados, entra un muchacho, es joven, demasiado, no aparenta más de 16 años y tiembla un poco al ver la gran imagen de Rusia sentada pacíficamente, aunque él no sabe que bajo su abrigo trae siete armas de fuego y su infaltable tubería, esto de la paz armada sigue estando ahí, cariño. El joven agitó la cabeza y llevó la mano a su cinturón, donde escondía un arma, sabía que debía estar tranquilo, pero aún así, la presencia del mayor no le inspiraba confianza (y la de nadie, en realidad). Se sentó frente a Rusia, y este levantó la mirada con una sonrisa tierna y tétrica al mismo tiempo, le observó minuciosamente, reparando en el cabello negro y los ojos cafés, pero se detuvo en su nariz, de la misa forma que la suya, le brillan los ojos.

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