Dime quién mierda cambió el destino.

Capítulo 3

Capítulo 3

-¡Fondo, fondo, fondo, fondo!- están todos cantando todos a coro mientras Mike y yo tratamos de terminarnos lo que hay en nuestros vasos

-¡Ahh!- Lanzo el vaso ya vacío al piso mientras brinco y grito enfrente él- ¡Gane! ¡Yeii!- giro- ¡Eres un loser! ¡Uhhhh! ¡Que una nena sexy te venció!- Digo haciendo muecas y señas haciendo a los que están observando reír

-Te deje ganar- dice con indiferencia viendo a todos los del circulo formado alrededor de nosotros -Así que no te me emociones tanto- me guiña un ojo para después soltar una dulce carcajada

-Que mal perdedor eres- me giro hacia Becky que ríe a carcajadas, tiene la cara roja y que muy apenas puede mantenerse en pie.

-¿Otra vez? -

-¡Por supuesto que no! Me retiro, puedes intentarlo con alguien más- Saco mi celular y veo la hora

*5:47am*

Para esto ya solo queda Becky y Daniel cerca de nosotros

-¿Qué? ¿Por qué?- Sus cejas se fruncen

-Tengo que manejar y no sería buena idea conducir en muy mal estado- digo riendo y negando la cabeza al mismo tiempo

-Cierto, tienes razón- Sonríe dando unos pasos más cerca de mí -Si te fueras conduciendo en mal estado, podría pasar un accidente y así- está justo enfrente de mi -probablemente, no volvería a ver este hermoso rostro- dice mientras pasa la yema de sus dedos por mi cara y esa sonrisa socarrona suya

-Suerte que aún estoy bien- digo regalándole una sonrisa

-¿Te volveré a ver?- su voz se torna sería

-No lo sé, vemos que decide el destino- sonrío traviesa

-¿Y si el destino decide qué no?- su mano izquierda se instala en mi cintura mientras que con la derecha sigue acariciando mi cara

-Tratemos de convencerlo de que diga que si- subo mis manos hasta ponerlas alrededor de su cuello

-Bueno, pero por si no logramos convencerlo...- Sonríe pícaro justo antes de poner sus labios sobre los míos dándoles un suave rose.

Nunca creí en el amor a primera vista, siempre creí que para amar a alguien necesitabas saber más que su nombre, pero con Mike había algo, tal vez no sea amor pues ni que esto fuera una tonta historia de amor. Había una fuerte atracción entre nosotros, de eso si estoy muy segura

Antes de que pudiera decir algo, se separa de mí con mi mano entre sus dedos, y comienza a alejarse lentamente sin dejar ir mi mano, me guiña un ojo y suelta mi

mano lentamente para después desaparecer de mi vista...

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