Capítulo Nueve

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James

Llegamos al Penthouse. Aún sigo debastado por lo que le comenté a Elizabeth, no puedo creerme aún. Ella tiene algo tan familiar, creo que puedo sentirlo cada ves que la observo es tan emocionante en mí corazón. Pero mi cerebro dice lo contrarío. Una parte de mi corazón me dice bésala hazla tuya otra ves, pero la otra dice que no. Muy confuso, no quiero enamorarme otra ves. Hasta no saber lo que algún día sentí por Victoria.

Suena el despertador. Creo que sera un día tranquilo, es sábado y no tengo planes por lo noche. Creo que debería invitar a conocer Miami a Elizabeth, sólo faltan cuatro días para la operación del trasplante.

Voy a desayunar y Maria está aún en pijama con una bufanda que le rodea todo el cuello. Por lo que está enferma.

-Buenas días Maria.-le saludo.

-Buenos días Jamie.- ríe con una voz ronca.

-Deberías irte a descansar.-le sugiero.

-No gracias.-responde

-Maria.- le reclamo frunciendo el ceño- ve a descasar. Yo te serviré hoy día.

-Muchas gracias.- y le regalo una sonrisa.

Es muy raro que haya aceptado nunca le gusta descansar. Tengo que ayudarla, ella siempre ha estado ayudándome. Cuando eh estado enfermo.

Viene a la cocina Elizabeth. Se nota que esta muy preocupada por la operación.

-Buenos días James.- me saluda bostezando.

-Buenos días Elizabeth.-respondo-¿estás bien?

-Si, solo que estoy preocupada.

-Bueno, tranquila todo saldrá bien.-asiente.

Mientras pienso en que cocinar, no se me ocurre nada. Debería llamar a domicilio.

-¿Que quieres de desayunar?-le pregunto.

-Lo que tu quieras James.-dice sentada en una silla del desayunador- Y ¿dónde está Maria?

-Esta un poco enferma.-le respondo- Y decidí que yo le serviría el desayuno.

-¿Te ayudo?-me pregunta.

- Ahh No.- le respondo- gracias.

-Creo qué ahora yo debería servirles.- dice cuando se levanta de su silla y de dirige hacia mi- No dudes de mis capacidades en la cocina.- menciona seductora y chistosa.

-Bueno.- digo tímido- manos a lo obra.

Aun que este en pijama luce hermosa. Se mueve ágil por la cocina, todo lo hace con una rapidez.

-Quisiera ayudarte en algo.-le digo en forma de puchero.

-Claro.-dice mientras se ríe.

Mientras me enseña a como hacer un rápido y delicioso desayuno. Acabamos y le sirvo al dormitorio el desayuno a Maria.

Golpeó suavemente la puerta de su dormitorio.

-Entra.- me dice Maria, recostado en la cama.

-Aquí esta el desayuno.- digo muy contento.

-Muchas gracias hijo.

-De nada, Mari ¿Deseas algo más?

-No gracias.

Salgo de su dormitorio y camino hacía la cocina. Elizabeth ya colocado todo en la mesa listo para comer.

-Gracias.- le agradezco.

-A ti.

Acabamos de comer y decido preguntarle que hará en la noche.

-Y¿Que harás en la noche?-le pregunto.

-Nada, solo estudiar unas cosas para la universidad.-responde.

-¿Quieres ir a conocer Miami?

-Claro.- dice, mientras se sonroja. Me encanta ese reacción que tiene.

-Muy bien, nos encontramos aquí alas 6.

Decido ir al parqué para distraerme un poco de la vida. Troto despacio, mientras el aire fresco roza delicadamente mi cara, con un sol muy cálido y resplandeciente. Cierro mis ojos deseando que el viento se lleve todos mis problemas, pensamientos y demás. Desearía ser un pájaro para salir volando de todos los problemas. Pero para eso estamos en este mundo para atravesar cada obstáculo que nos interponga en nuestro camino hacía la felicidad. Nunca debemos parar nuestros sueños por las dificultades que aparezcan.

Debería llamar a Luis a preguntar como está, no lo eh visto desde hace unos días. Saco el iPhone y marco su número.

-Bueno.- contesta Luis.

-¿Cómo estás? Luis.

-Ahh eres tú.- dice sin interés- un poco cansado por las pruebas de semestre.

-Ahh ¿Estás enojado?.- le pregunte.

-No para nada.- me responde molesto- Que tu mejor amigo no te informe que se retira de la universidad. Y que no te mencione nada al respecto. No no duele campeón.

Mierda lo olvide comentarle.

-La verdad, lo siento.- le digo en un tono de susurro- no es seguro tal ves vuelva a repetir el año.

-Y ¿Porqué no me comentaste? -me pregunta.

-Fue muy repentino, el director me llamo y me comento que tenía que comenzar desde cero la universidad para poder graduarme.

-Ahh, lo entiendo.- dice suspirando- ¿Quieres salir esta noche?

-Tenía planeado ir con Elizabeth. ¿Quieres ir con nosotros?

-Claro, de noche nos vemos.

-Bueno.

Cuelgo.

No le había comentado esto porqué desde el accidente eh perdido mucho la confianza, que tenía en las personas porqué no las recuerdo mucho. Pero dicen que Luis y yo éramos inseparables, lo entiendo. Perder a tu mejor amigo, que no recuerde nada de su amistad debe ser duró. Lo lamento por Luis pero no puedo hacer nada al respecto. Aún que lo intente.

Llego al Penthouse y ahí está Elizabeth ayudando a limpiar la cocina a Maria.

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Perdón por subir un poco tarde este capítulo! Estamos en pruebas parciales, proyectos y más. 😓 y toca estudiar mucho . La otra semana estaré igual espero que me perdonen después escribiré mucho. Comenten y voten muchas gracias

Gracias

En La Misma PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora