3. La noche

73 3 2
                                    

Nos estábamos preparando juntos como lo hacemos todos los viernes a la noche para salir de joda.

Tenía un objetivo.

Tomar tanto como para terminar en el piso de una calle que nunca recorrí, como para olvidar mi nombre, y como para hacer cosas que sé que no debería de hacer.

Dicho y hecho, mientras la música retumbaba en mis oidos, bailaba al ritmo de la música al lado de él.
El lugar era tan reducido que podía oír musitar a Andrés la letra de la canción. Nuestros cuerpos chocaban repetidamente, pero pude sentir su pecho alejándose de mi en cuánto la canción termino

- Necesito ir al baño, me acompañas? - me grito al oído.

Con gusto lo seguí. Era un baño chico y habían cosas tiradas por todos lados, de suerte pudimos entrar los dos.

------

Andrés pov:

Agustín cerro la puerta detrás suyo y me observó. Dirigí mis manos al lavabo y mojé mi cara con ellas, subiendolas hasta mi nuca para poder mojar mi pelo (muy sudado) también.
Cuando volví a abrir mis ojos me volví a encontrar con los suyos. No me había dado cuenta del poco espacio que tenía cuando ví lo cerca que estábamos.

Hacía calor, mucho calor, aún así, me acerque lentamente a agustin, rompiendo los pocos centímetros que todavía quedaban.

- ¿Que haces tarado? Imagínate que alguien abre la puerta ahora y nos ve así.

-¿ y a vos desde cuándo te importa lo que piensa la gente?

Agustín se calló mientras su mirada vacilaba por todo el baño, así que volví a hablar.

- Estoy tan hecho mierda, borrachisimo - dije, apoyando una mano en la puerta detras Agustín, justo arriba de su hombro. - y ni así se me van las ganas.

- Las ganas? que decís puto?

Se veía tan confundido y sudado que lo único que pude hacer es agarrarlo con mi mano libre del cuello para acercarlo a mi, golpeando mis labios con los suyos.
El no tardo en responder mis pedidos, y rápidamente la habitación se inundó en ruidos húmedos y sonidos que eran difíciles de simular.

Estuvimos ahí 20 sólidos minutos, ninguno se atrevía a cruzar la línea, pero sus manos bajo ni remera me estaban tentando.
De no ser por el ruido de la puerta.

- Eeeeeeeeh que hacen acá trolos - dice el brusco de Lucas flores - estaban cogiendo ustedes o que?

La realidad me cayó como balde de agua fría:  acababa de besar a mi mejor amigo.

-----

OJALÁ LES GUSTE DI TODO DE MI

Un amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora