Un amor prohibido

that's where you're wrong 1

No eran novios pero tampoco amigos, lo disimulaban, pero al mismo tiempo lo querían gritar al mundo. Y como toda cosa sin nombre, tiende a confundir.

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Era un viernes por la noche cuando Agustín se encontraba en camino a una joda, estaba acostumbrado a prepararse junto a Andrés, pero hoy era la excepción.
Todavía estaba conmocionado por la escena que Andrés había causado la semana pasada en educación física, podía sentir sus mejillas sonrojarse de tan solo pensarlo. Para ser sinceros, él nunca estuvo acostumbrado a ese tipo de contactos, menos en público, y menos viniendo de un hombre.

Mentiría si dijese que esto no divagó en su cabeza desde el momento que sucedió, se había familiarizado con la manera de actuar de Andres, sin embargo, cada vez que volvía a pasar derrepente el cielo era una tijera amenazando con llover y cortar su pequeño e inocente corazón.

Los pensamientos rebotaban no tan suavemente por su cabeza mientras inflaba las ruedas de su bicicleta. Tenía la necesidad de hablar con él, decirle realmente como se sentía, porque si bien se habían declarado mutuamente cuando Andrés tocó las puertas de su casa , la enajenación del momento lo había llevado a actuar de una manera errada a sus sentimientos.

Por fin se subió a la bici y comenzó a pedalear, sintiendo la briza de la fría noche en su cara como una bienvenida de la niebla y el viento a la tan confortante temperatura, tan confortante que Agustín se planteó pedalear y pedalear hasta no reconocer las calles por las que andaba, aunque eso conlleve perderse la joda.

Llegó más rápido de lo que le hubiera gustado, quería ver a Andres, pero tenía miedo y sabía que no iba a ser algo fácil de ocultar.
La música estaba fuerte, lo único que iluminaba el lugar eran unas pequeñas luces de colores que bailaban a un ritmo hipnotizante, reflejadas en el techo, las paredes y en su cara... al parecer.

- Que onda wachin estás re enojado- Andrés apareció con una sonrisa amplia entre la gente, haciendo alusión a la luz roja que se alineaba en la cara de Agustín, el cuál no se percataba de esta.

- Mhm? si no estoy enojado. - respondió con el seño fruncido.

Andrés sonrió en su totalidad al escuchar eso, abriendo su boca y jugando con su lengua sobre el interior de sus mejillas. Agustín lo conocía, sabía que ya tenía alcohol en su sistema, y este estaba haciendo su efecto.

-Veni conmigo, yo te desestreso- dijo agarrando su mano y guiandolo por la casa, aunque fue abruptamente detenido cuando Agustín sacudió su mano bajo el tacto, haciendo que la mano de Andrés caiga lánguidamente en su lugar.

Andrés lo miro fijo, Agustín siempre se hacía el difícil, pero está vez se sentía diferente.

- Yo te sigo, pero no me toques. - Dijo Agustín.
Andrés lo miró como si hubiera perdido la razón, no obstante le hizo caso, dándose vuelta y chocando a la gente, confiando que Agustín estaba detrás de él como le había prometido.

El destino al que Andrés lo quería llevar era el patio, mucho más vacío, mucho más tranquilo.
Pero cuando giro en sus pasos, no encontró a su ángel, solo gente cuyas caras eran irreconocibles
Estaba decepcionado, aunque no estaba seguro si esa palabra abordaba todas las emociones q se superponían en el,
que le pinto a Agustín?

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wuuuu me cansé de escribir así q sigo en el siguiente capítulo seguro tiene un montón de errores xq escribí esto con un sueño bárbaro pero bueno díganme si prefieren así más románticon poesía Shakespeare o q sea sexo puro con un montón de kinks
a mí Ka verdad me gusta así con más sientimiento pero ustedes son más lechosos así q guienme