Logan Bennett
Su cuello, su irresistible cuello
Dos palabras que no salían de mi mente. Su fuerte olor me enloquecía y me encantaba, cada vez estaba más cerca de él.
—se alejó —¡Eras tú él de aquella noche!
—y tú, el chico que me enloqueció —me mordí el labio inferior
—¿que?, espera no entiendo —frunció el ceño
—olvídalo, es una broma —mentí
—ya me había asustado —dio una risa algo incómoda
—ahora volviendo al tema, devuélveme el collar —estiré mi mano
—se lo quitó y me lo puso en mis manos —no me tomó tanto tiempo encontrarte
—di una sonrisa algo falsa —¿vamos a tu casa?
—¿que? —se quedó pensativo por unos segundos —. Habíamos quedado en hacer el trabajo en tu casa
—sí pero no tengo ánimos de estar en mi casa, estoy cansado de estar encerrado en ella —le confesé y miré a mi alrededor para ver si por ahí se encontraba Dafne
—está bien, la haremos en mi casa —me dijo pero lo noté algo nervioso e incómodo.
Él estaba nervioso, lo noté por su débil mirada. Mi presencia lo hacía sentir así y me fascinaba.
En el transcurso del camino casi no hablamos, solo me dirigió la palabra para decirme que idea tenía para hacer el trabajo pero en ese momento no estaba para pensar en eso. Mi mente solo pensaba en él, en sus labios y en su irresistible cuello.
Sólo nos tomó unos 10 minutos para llegar a su casa y por lo que vi no había nadie en ella. El color de su casa me mariaba, ese color cálido era estresante y más para aquellas personas que solo estában acostumbradas a estar en su caverna, el único lugar que siempre estabas dispuesto a soportar.
—Abrío la puerta —bienvenido a mi pequeño hogar.
No se veía tan feliz, por solo verlo así me recordó la vida que tenía antes de venirme a vivir a este pueblo.
—¿Estás bien? —pregunté
—sí, no te preocupes. ¿Quieres algo de tomar?
—no —respondí
—sigueme —subió las escaleras y fui atrás de él.
Al entrar a su habitación sentí la misma sensación que tuve la noche anterior, era extraño pero había algo en ella que me gustaba, su color.
Su oscuro color negro, el color que me representa como una persona fuerte y poderosa.
—lo agarre de la mano —tu habitación es lo único que puedo soportar de esta casa
—se burló —sonó muy antipático de tu parte
—Me acosté en su cama y lo miré fijadamente —¿Comenzamos?
Noah Baker
Al escuchar eso sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, por un momento me desconocí. Mi mente estaba llena de escenarios no muy aptos e intenté dejar de pensar en eso y concentrarme en el trabajo.
—sí claro —me tropecé con algo que había en el suelo —. Tengo pensando hacer el trabajo sobre la química orgánica o tal vez sobre los alcoholes, ¿que dices? —tartamudé
—lo que tu digas, tú eres el experto
—¿yo?, ¿experto? —me reí —. Dije esos temas porque son los únicos que me se
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Mi Primer Amor
Romance¿Quién iba a pensar que tu primer amor iba a ser el único de tu vida? El amor que te hizo ver lo maravilloso y sorprendente que puede ser tu vida pero que la vez te hizo ver tu retorcida vida. ♡