Mi Desesperada Decisión

Capitulo 1

CAPITULO 1 - FALSAS PROMESAS

ETHAN

- Tráiganme otra copa, la fiesta no acaba hasta que yo lo diga!- grito por lo alto en la mansión en la que nos encontramos , puedo jurar que estoy tan borracho que veo algo borroso, pero no me importa me ayuda a relajarme.

- No creo que deb- trata de decir mi amigo, Mike, pero se ve interrumpido por mi dedo índice el cual tapa sus labios.

- Shh, no eres mi madre ni nada por el estilo así que déjame disfrutar, si?

- Haz lo que te venga en gana como siempre, pero luego no me vengas con tus lloriqueos cuando Mia finalmente abra los ojos y finalmente te deje.- me dice mientras me da un manotazo y se aleja de donde me encuentro.

Me sirven otro baso con lo que creo que es vodka y me lo trago de un sorbo como si de agua se tratase, mientras, miro a mi alrededor en busca de alguna tía buena.

- Hola, guapo- me dice una de las chicas que se encuentra en la fiesta. La examino con la mirada, pelinegra, ojos negros, baja estatura y joder con sus tetas, son enormes. Justo como me gustan.

Al parecer la pelinegra nota hacia donde se dirigen mis mis ojos ya que me muestra una sonrisa la cual devuelvo con la misma energía.

- Hola preciosa- le señalo con la cabeza una de las escaleras que llevan a arriba.- ¿Vienes?

La pelinegra asiente sin rechistar y yo ya me encuentro sujetándola por la cintura de camino a una de las habitaciones. Recorremos el pasillo muy pegados mientras desde afuera de escuchan los gemidos de varias personas, miro de reojo a la pelinegra, en concreto a su escote. Noto como se me sube el amiguito antes de lo previsto y ya siento un enorme dolor entre las piernas.

Llegamos a la ultima habitación del pasillo y nada más abrir la puerta estampo mis labios en su boca, nos besamos con pasión y deseo mientras nos dirigimos a la cama. Ella cae y suelta una pequeña risita mientras la miro con diversión. No pierdo el tiempo y comienzo a desvestirla, para mi desgracia empieza a sonar mi móvil, trato de ignorarlo pero no deja de insistir.

- Perdona- le digo a la pelinegra tumbada debajo de mi.

- Tranquilo.

Le muestro una sonrisa en respuesta y saco el móvil del bolsillo trasero de mi pantalón para ver de quien diablos se trata. Mierda, mierda y mas mierda, era Mia. Respiro hondo y le pido a la pelinegra que mantenga silencio en todo momento, no espero su respuesta para contestar.

- Hola cariño- digo mientras trato que las palabras no me salgan arrastradas.

-¿Dónde estas?

- Estoy con Nate en su casa. - digo de una manera tan convincente que hasta yo me lo creería.

- No me lo puedo creer.- dice con la voz rota. Cierro los ojos fuertemente temiendo lo peor. - Hoy es mi cumpleaños, te estuve esperando durante horas en mi habitación pero como siempre, no apareciste.- Mierda, la he cagado, ¿Cómo se me pudo olvidar?

- Cariño, no es lo que piensas yo...

- Basta Ethan. Estoy harta de tus escusas, siempre me haces lo mismo. ¿Crees que con solo decir perdón y que me amas se arreglarán las cosas? - tenso la mandíbula ante sus palabras.

- Yo te amo de verdad Mia, más que a cualquier otra mujer- la pelinegra bajo mi suelta una carcajada e inmediatamente después le tapo la boca con mi mano sobrante, la fulmino con la mirada mientras ella me mira sorprendida. Espero que no lo haya oído.