Contigo me sentía como el mar.
Me sentía que iba, venía y me hundía.
Me sentía amado, por más que dolía.
Me sentía aferrado, sin escape ni huida.
Tenía mis tallos sobre el agua, porque ahí habitabas.
Por esto y mucho más, te regalo una Dalia.
Dalia
Contigo me sentía como el mar.
Me sentía que iba, venía y me hundía.
Me sentía amado, por más que dolía.
Me sentía aferrado, sin escape ni huida.
Tenía mis tallos sobre el agua, porque ahí habitabas.
Por esto y mucho más, te regalo una Dalia.