La vida la recorre un ciego, palpando y sintiendo cada cosa que se le es dada, viendo sin ver, conociendo sin saber.
Quisiera terminar de entenderte, poder conocerte aún sin verte y sentirte por toda mi mente.
Quisiera consolarte, decirte que todo irá bien y que mis palabras sean de suerte, que curen alguna herida en tu pequeña alma y respires ese olor que brama.
Pero como dije, la vida la recorre un ciego, palpando y sintiendo. Siento tu dolor, pero no sé cómo darle solución, quisiera ser más que este saco de huesos, quisiera ser alguna clase de alivio que llene tu cuerpo.
No soy una solución.
Solo soy un saco de huesos, pero daría lo que fuera por verte una vez más sonriendo.